Una vez más nos encontramos por la mañana, esta vez en el centro de la acera, en el Camí de ses Vinyes de Maó, un excremento dejado por uno más de los ciudadanos incívicos que no recogen lo que sus perros van dejando. No es suficiente con continuos orines que tampoco disuelven con agua con vinagre. Además de la falta de respeto y la imagen, puede resbalar y caer cualquier persona mayor o niño, con el peligro que conlleva. Solicito se tomen medidas contundentes con estos actos.