El Camí de Maó, vía principal de entrada a Ciutadella da pena. Sólo quedan cuatro pinos rodeados (literalmente) de asfalto, como en la calle República Argentina o en algunos puntos de la Contramurada. Y si alguno muere, lo cortan, lo tapan y no se planta uno nuevo. Cada una de las farolas está oxidada y rodeada de charcos de orines. El carril bici, como en otros puntos, abandonado.