Denle libertad a la imaginación llegando de esta suerte a la fábula siguiente: el PSOE y Junts podían haber urdido un cebo de pura ingeniería política al que les ha dado en llamar ómnibus. El PP se tragó el cebo y salió en tromba, cosa habitual en ellos cuando van contra el gobierno, que es el pan nuestro de cada día, afirmando que ni Vox ni Junts ni el PP iban a permitir el tal ómnibus, que entre otras mejoras aglutinaban la subida de pensiones, las ayudas por la catástrofe de la DANA en Valencia y la ayuda al transporte.
Por simplificar diremos que solo en pensiones se metió la mano en el bolsillo a 12 millones de pensionistas, lo que situaba al PP en el ojo del huracán frente a las urnas. Alguien que no debía estar echando la siesta, advirtió al señor Feijóo del riesgo que la anulación del decreto ómnibus representaba electoralmente y al líder del PP se le encendieron todas las alarmas. Un hombre que estas son las horas que no alcanza a comprender cómo no está él de presidente en vez de Sánchez. «Si yo en Galicia me lo tenía trillao», ¡sí!, pero mire usted, por señalarle un simple matiz, ahora no está usted en Galicia sino en Madrid haciendo política nacional ante un electorado ya muy bacateado de tanta política ramplona. Si encima tocamos los temas que afectan a la buchaca, ¡apaga y vámonos! ¿A quién se le ocurre dejar a 12 millones de pensionistas con su ya de por sí exiguas pensiones congeladas?, amén de otras ayudas a una ciudadanía con más gastos que ingresos, o sea que se le acaba antes el pan que el hambre.
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Con todo, el PP se mantenía en semejante actitud, momento clave para que PSOE y Junts libasen las mieles curiosamente de la buena sintonía para formular un nuevo ómnibus que dejaba a Vox y al PP poco menos que con el culo al aire (perdón por la manera de señalar). Ahora dicen los del PP que sí, que bueno, que vale lo del nuevo decreto. O sea que han tenido que dar un volantazo y recoger velas, pero eso ya no se borra de la memoria del votante el hecho que el PP con tal de ir contra el PSOE terminaron por ir contra los legítimos intereses de la humilde ciudadanía. El PP ha caído en la cuenta del efecto negacionista que semejante actitud tendría en los votantes.
Como ustedes comprenderán, el narrador ha fabulado unos hechos… ¿o tal vez no?, quién sabe… Aunque de ser ciertos serían una obra maestra de la política. Se lo consulté a don Liberato Bou, ilustre politólogo que está escribiendo un libro donde lo primero que ha hecho ha sido ponerle título: «El albañal de la política» se va a llamar.
La verdad que sí, que no deja de ser sospechoso que Junts y PSOE, después de la negativa al primogénito ómnibus, venga ahora a resultar que las huestes de la señora Nogueras hayan dado el placet a los socialistas. Dice ahora el señor Fejóo que «van a votar en conciencia en favor de pensionistas, lo de Valencia y lo de los usuarios del transporte público». Cuando se opusieron ¿lo hicieron también con conciencia? El pudor ético es de una notable delicadeza, basta un no desafortunado para desatar en puridad un cataclismo político, señor Feijóo.