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El catedrático emérito de Biología Jaume Bertranpetit, experto en genética animal, y el arquitecto Xavier Surinyach promueven la recuperación del porc negre de Menorca para obtener la declaración de raza autóctona.

Durante los tres últimos años han llevado a cabo los estudios morfológicos en dos llocs de Ciutadella, Rafal Vell y Binisuri, para definir esta especie local y diferenciarla del porc negre de Mallorca. Una iniciativa muy apasionada y visionaria, pero con los pies en el suelo, en la que han participado payeses de otras fincas agrícola-ganaderas menorquinas como Son Gall, Torralbet y Son Roseta.

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El resultado es excelente porque el porc negre de Menorca se hallaba al borde de la extinción al haber sido reemplazado paulatinamente, a partir de los años 60, por el porc faixat. El proceso de recuperación, que Bertranpetit y Surinyach empezaron con seis verros y catorce truges, ha culminado con una cabaña extensa, formada por más de setenta ejemplares, en la que se ha evitado la consanguinidad.

«El porc negre de Menorca es mucho más que una raza porcina, representa un patrimonio vivo de la historia y la cultura de la Isla», proclaman, con tanto orgullo como convencimiento, estos homenots emprendedores. Añaden que «su preservación no solo asegura la continuidad de una raza única, sino que también contribuye al mantenimiento de la biodiversidad genética, la sostenibilidad ambiental y la economía rural de Menorca».

Corresponde ahora al Consell de Menorca liderar e impulsar las gestiones para obtener el reconocimiento como raza autóctona, singular e identificada, tras los estudios ya redactados.
Concluyen que el porc negre de Menorca posee un perfil genético único, diferenciado de otras razas mediterráneas, como el porc negre mallorquín. Todo ello confirma su singularidad y justifica que sea protegido para evitar la hibridación con otras razas. Buen trabajo de Xavier Surinyach y Jaume Bertranpetit.