Orgía de querellas en el enjambre político que no hacen otra cosa que entorpecer y hacer perder el tiempo a los magistrados, que bastante trabajo tienen en desenredar la madeja de alguna de ellas (el feísimo caso Koldo en primer lugar), que puede acabar siendo relevante, pero que en gran parte parecen puros juegos de artificio político-jurídico, como el llamado «caso Begoña» en el que, después de meses de investigación, todavía no sabemos de qué delito concreto se acusa a la esposa del presidente, o el caso del fiscal general que pasa a ser investigado por desentrañar bulos...
24-X-24 jueves
El optimismo es un error, la esperanza, también, nos advierte Javier Cercas en su penúltimo artículo en «El País semanal»; cuanta más esperanza tienes, más desdichado eres, porque más decepciones te llevas; y a la inversa: el secreto de una vida feliz consiste en no esperar nada de nada ni de nadie… Naturalmente, quien no espera gran cosa de sus semejantes se alegra con pequeños progresos y vive más contento.
Asistimos también hoy a una hipertrofia de la emoción, que no va de analizar el propio pensamiento sino de reencontrar los afectos y sensaciones de la aldea originaria (no otra cosa significa el lema del make America great again). Ese y no otro es el origen del trumpismo, ese patriotero anarquismo de derechas con un ser superior al frente (sus adeptos veneran todas y cada una de sus ocurrencias) que nos tiene con el corazón encogido ante la posibilidad, nada improbable, de una vuelta triunfal a los mandos de la política mundial. Oremus, Kamala.
No menos peliagudo es el caso de nuestra política doméstica, cuyo devenir está en manos de unos jueces erráticos, de un político follonero y huidizo, a quien, con siete ases en la bocamanga, solo le preocupa y ocupa la nació, su nación; de un presidente de gobierno temerario que no pestañea ante el circense «más difícil todavía» al que nos tiene acostumbrados, y de una oposición histérica instalada en el apocalipsis permanente cuando no saca a pasear el fantasma etarra...
¿Qué puede aportar aquí la teoría de escoger siempre el mal menor que vengo predicando?, ¿volverse a unir como en el 23 J en España o como han hecho de nuevo los franceses en sus elecciones presidenciales, en un redivivo «no pasarán»?, ¿votar masivamente en blanco como castigo a unos y a otros por tanta insania? Aunque siempre nos quedaría rezar…
25-X-24 viernes
Éramos pocos y parió la abuela, dice el folklore patrio. Y así parece con la eclosión del «asunto Errejón», la caída (política y puede que penal) de un líder que vino para «asaltar los cielos» con su compañero de fatigas Pablo Iglesias y que ha acabado chamuscándose en los aledaños del infierno. ¡Cuánta oscuridad en la trastienda del ser humano!...
27-X-24 domingo
Me doy cuenta de que el próximo dietario transitará en una nueva época si se confirman los peores augurios y Donald Trump consigue llegar a la Casa Blanca. No es cuestión de republicanos y demócratas, o de izquierdas y derechas, o de progres contra fachas, sino de democracia versus autocracia, de respeto a las instituciones y de dignidad ciudadana. Por si alguno no se acuerda, el hombre anaranjado ha prometido (entre otras lindezas) ser un dictador (aunque solo un día, gracias), acabar con la Constitución, salir de la OTAN, levantar muros arancelarios, dar carta blanca a Rusia para que invada más vecinos, encarcelar a sus oponentes, acabar con las políticas medioambientales… ¿Alguien da más?
29-X-24 martes
¿Arrogancia, soberbia, pataleta de niño malcriado? La verdad, cuesta mucho calificar la espantada madridista de la gala del Balón de Oro por no ser premiado uno de sus jugadores con el máximo galardón. Ni siquiera el hecho de la victoria de un jugador español (merecida y ejemplarizante por ser la antítesis del jugador estrella) o los propios galardones al madridismo hicieron rectificar a Florentino. Mal asunto este de sentirse un «Ser Superior».