- No, la de Estética. La que usted busca está justo enfrente.
- Hola, quería hacerme una reducción de la corrupción y estas sombras de duda que han salido sobre mi comportamiento, junto a un estiramiento de conciencia, que la tengo un poco flácida. También me han recomendado una jetasucción.
- Sí, ya veo que tiene demasiada jeta. Déjelo todo en nuestras manos. Le tendremos que cobrar el IVA, por supuesto. Aquí no trabajamos en negro como los de enfrente.
Al cabo de unos meses, totalmente recuperado de la costosa operación, aquel tipo se había convertido en una bellísima persona.
Iba por la vida mucho más satisfecho, haciendo el bien sin mirar a quien, con la conciencia del deber cumplido y una buena reputación. Dado lo raro del caso, la gente incluso se giraba para admirarlo por la calle.
El doctor Cejudo examinó al paciente en su revisión de control rutinario. Fue proponiéndole dilemas morales y, tras comprobar que los había resuelto satisfactoriamente, consideró que ya podía darle el alta, aunque le advirtió con estas palabras:
- Si nota pequeñas tentaciones, ganas irreprimibles de hacerse rico como sea, le crece el egoísmo desmesuradamente o empieza a justificar lo que sea, siempre y cuando los delincuentes sean de su propio partido, acuda a urgencias enseguida. Podría tratarse de un ataque agudo de desfachatez y su integridad moral podría correr un serio peligro.
