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Llevas cincuenta y dos años colaborando con «Es Diari» Usted lo leerá en esas mañanas que, sin él, serían otras... La historia de este periódico es un prodigio de    diálogo, trabajo y    heroicidad... Sobrevivió tras una dictadura, vivió en ella no sin problemas, en una época en la que la autoridad, por ejemplo, quiso que un titular no saliera a la luz. Tras décadas, pensando que se habría prohibido, de una puñetera vez,  prohibir, te topaste con un ególatra actual, el que logró cesar a la plana mayor de «El Pais» por lo mismo: por un titular. EsPeras que Sepa a quien te refieres. Porque los dictadores se eternizan ante la falta de reacción de los justos. En esa época jugabais con las palabras. Los censores eran lelos. El titular del MENORCA censurado fue suplido por otro, metafórico, pero aún más sangrante…

Entraste en el diario a los quince años. Penetraste en un pequeño local, pegadito a un germen de cultura que se llamaba «Sala Augusta», esa por la que nadie hace nada y agoniza y en la que ya no pululan actores o músicos que mejoren el mundo…

Don Mateu fue tu primer director. Tu segundo padre…

Vivisteis situaciones duras. En su pequeño despacho era difícil verle, porque estaba oculto tras montones de diarios que devoraba y analizaba. Llegaba envejecido a la redacción pero jamás su cansancio se mudaba en falta de lucidez. Te dictaba -¿eran las dos de la madrugada?- sus «Cosas de la Isla» y entonces, únicamente entonces, se cerraba la edición.

Y es que eres un tío con suerte. Gracias a este diario que sostiene usted pudiste conocer a Delibes, Salisachs, Alba, Benet, Cela (hijo), etc. Pero eso, a la postre, aun siendo importante, no fue lo esencial, porque el rotativo te acercó a una sana recomendación: la de la justa y anhelada objetividad. ¿A cuento de qué viene lo anterior? Y se lo explicas: Don Mateu te dijo que el único partido al que debía servir uno era al de su conciencia. Y añadió: te situarás, si lo haces, en una posición muy incómoda. Gracias a esa premisa ejercida fue posible la Transición del 78, impensable en la actualidad.

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Pero cuando las cosas se tuercen, piensas en ese hombre que te intentó mejorar y colaborar en tu educación…

Has sido, sí,    una persona muy afortunada: has tenido dos padres y dos familias: En Lluís y    don Mateu ¿Tus dos familias? La propia y la de este diario.

¿A cuenta de qué viene todo lo anterior?

A cuenta de que alguien un miércoles puso a parir, en tu presencia, tu «Es Diari» y, curiosamente, al día siguiente, se encabritó porque, en su cafetería, alguien ya se había agenciado con él… Como si se tratara de una droga benigna…

Espero que ese alguien lea este artículo. Para que entienda lo difícil (especialmente en una comunidad pequeña sujeta a presiones de múltiples índoles) que es elaborar un diario... Más aún si da cabida a todos. ¡Como huele eso a verdadera democracia! Y a aire fresco. Es Salinas quien ahora le habla: «Nada más. ¡Nada menos!» O puede que sea don Mateu y todos, directores y editor, espléndidos, que han recogido sabiamente la llama de tres cosas magníficas: tolerancia, esfuerzo y valentía…