Son tiempos de negociación para conseguir votos y ser investido. Sabes que lo que das a unos, se lo quitas a los otros. Pero el fanatismo borra todas las líneas rojas. Es habitual insultar al adversario (al que vota diferente), descalificarlo. Cualquier tirano, sea de izquierdas o de derechas, tiene sus seguidores incondicionales. Esos que lo justifican todo.
Somos seres frágiles que nos las damos de duros; nos creemos muy listos y ni siquiera sabemos que no sabemos nada; vamos de santos y somos unos pecadores empedernidos… necesitamos un poco más de humildad. Ser pavos engreídos solo nos llevará a hacer el ridículo.
Quien siembra odio y lo va regando con palabras despectivas, agravios, insultos groseros o agresiones verbales, se encuentra con una primavera que estalla en guerra y violencia. Tiñéndolo todo de rojo y segando vidas indiscriminadamente en el tiempo de la cosecha.
El mundo se ha vuelto tan complejo que nadie es capaz de comprenderlo. Utilizamos esquemas viejos para entender lo nuevo y fracasamos. La sociedad ya no es patriarcal ni matriarcal. Puede que solo sea comercial o demencial.
Estuve en Barcelona. Miré los muros de la ciudad donde vivía, si un día fuertes, ya desmoronados. Contemplé la degradación humana coexistiendo junto a una gran riqueza material. Pobreza extrema junto a la ostentación y el lujo. Fractura social. La gente pregunta: ¿En qué bando estás? Y tú les contestas: en uno que no existe.