Seguiremos con el culebrón del Falcon (Crest) y las nuevas Leyes del Movimiento Progresista. No sé si sabían los que votaban a Pedro Chávez que, desde que el PSOE se bajó la actualización de Pablo Iglesias, su ideario y hoja de ruta se funden con los de sus socios y socias. Podemos, Unidas Podemos, Divididas Podremos Sumar… cambian los nombres y algunos rostros pero el proyecto permanece y se agranda ante la inopia o pasividad reinante.
La Barbie comunista se lleva muy bien con los descendientes de Banca Catalana, aquel asunto que se desjudicializó para ganarse el favor de los nacionalistas y evitar altercados. El chantaje de la fuerza.
Sabemos que al que se atreve a pensar por sí mismo sin seguir las consignas del poder establecido, que es el que dicta lo políticamente correcto o permitido, se le tachará de todo, incluso se le tachará a secas. Le llamarán cosas terribles que suenan muy mal, sean ciertas o no. La cuestión es hacer daño al que se rebela para que nadie se atreva. Si pueden, te cancelarán. O te tirarán a la papelera de reciclaje. Todo muy digital. Te nombran y te fulminan a dedo.
Hay que reivindicar la libertad de expresión y de pensamiento. Aunque te etiqueten y vituperen, tú piensa lo que quieras. Sé libre. Y, como dijo aquel, si les he ofendido con mis palabras, procuren cambiar para que no vuelva a ocurrir.
A mí no me gustan las etiquetas. Es lo primero que quito cuando me compro la ropa.