Llega el verano y las vacaciones de unos se convierten en el empleo de otros. Muchos jóvenes menorquines empiezan primero a trabajar de temporada para poder ayudar a financiar unos estudios superiores fuera de la Isla a la que, cuando finalicen, no podrán retornar. Después, si no encuentran fuera un trabajo acorde con su formación, regresarán pero en un amplio porcentaje lo harán para seguir en ese sector servicios, en la atención al veraneante y el turista. El potencial generador de empleo del turismo es innegable, todo el mundo se sube al carro, no solo las zonas obviamente dotadas para ello por la naturaleza y el clima, o por otros atractivos, sino absolutamente todas, también ciudades de gran arraigo industrial se terciarizan. Es el maná de todo un país que vive pendiente de sus terrazas, de puentes festivos, operaciones salida y de ‘hacer el agosto'.
Cuando no hay alternativa
25/07/23 4:00
También en Opinión
- Un menorquín exadicto al fentanilo: «Me arruinó la vida, estuve a punto de morir tres veces»
- La batalla perdida contra la procesionaria en Menorca: las empresas piden volver a las fumigaciones
- Denuncian barreras idiomáticas y falta de mantenimiento en el barco de GNV que enlaza Barcelona con Maó
- Detenido por amenazar con quemar a su mujer y sus dos hijos en una casa de Ciutadella
- Un economista avisa: «El sistema de pensiones está casi quebrado; sin las aportaciones del Estado no se podría pagar a los jubilados»