Es una suerte que los más pequeños ni sepan ni se interesen por el día a día de la actualidad insular. De ser así, sus inevitables nervios de esta semana se habrían multiplicado hasta el peligroso punto de caer en una confusión que pudiera afectar a la envidiable carga de ilusión que les invade durante esta época.
Resulta que los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron ayer a la Isla cargados con regalos para todos. El carbón, un año más, fue solo testimonial y rotundamente falso, si acaso con un único fin mínimamente intimidatorio.
Pero es que en apenas siete días, el 12 de enero, también vendrán a Menorca los otros monarcas más próximos pero menos generosos, que además no consideran si el comportamiento de los niños y niñas ha sido bueno para premiarles con sus presentes, como sí hacen los de las capas, barbas y coronas.
Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, llegarán el próximo jueves con el propósito de presidir la inauguración de la Farmacia Llabrés, en Ciutadella, parte del patrimonio del excéntrico empresario, promotor e inversor, Juan Ignacio Balada, que legó su fortuna precisamente a los entonces Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía.
Mejor que los pequeños no se vayan a creer que tienen dos visitas de reyes magos en una semana, con carrozas cargadas de juguetes y ambas con el mismo resultado, porque se trata de dos casas reales absolutamente distintas.
Mientras unos representan la alegría porque les van a hacer felices, eso sí, con la colaboración pecuniaria de los padres, los más cercanos que viven en Madrid no es que les vayan a hacer infelices porque les desilusionen, es que no traen nada material para ellos más que su presencia, de la que probablemente ni se enteren. Si al menos los herederos reales hubieran accedido a ceder el palacete del empresario al Ayuntamiento de Ciutadella para fines sociales, se habría considerado un detallazo que les habría aproximado a la esplendidez de los orientales. Lástima que reyes magos solo haya tres y sean de Oriente.
