Autoridad Portuaria lleva unos meses «resolviendo» expedientes, para acabar con las concesiones temporales de amarres y adjudicando varias zonas por periodos más largos. Es evidente que las concesiones temporales no son la forma ideal de gestión, porque no permiten acometer las inversiones necesarias para ofrecer un servicio de calidad. Pero el proceso no está exento de problemas. Mientras el Club Marítimo de Maó, que he perdido los amarres de La Sirenita, cuenta ya con la adjudicación de la mitad del espejo de agua de los amarres del Moll de Llevant, que todavía no puede ocupar por la resistencia jurídica de Trapsa Yates, se está excluyendo a empresas locales porque el principal criterio de adjudicación sigue siendo el importe del canon a pagar a Puertos.
Terra de Vent
El otro ‘caso puertos’
11/09/22 3:59
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