He acabado el Camino de Santiago. Concretamente el Camino de Invierno, una variante que sale de Ponferrada, en León. Supongo que te lo habrán dicho, lo habrás oído o te lo imaginas, pero la experiencia de hacer cualquiera de las variantes de esta ruta es espectacular. Te pasas muchas horas en silencio, disfrutando del paisaje y acumulando, además de kilómetros, reflexiones y pensamientos para los que quizás no tienes tanto tiempo en el día a día. «El mayor miedo a la muerte es no haber vivido». En una de las pausas de una etapa, paseando por un cementerio, me encontré una lápida con esta inscripción. La firmaba Xosé López, un vecino de la remota localidad de Bendollo que vivió hasta los 105 años y que falleció en marzo de 2018. Al lado de esas palabras había el dibujo de una gaita, convirtiéndola sin duda en una tumba especial, diferente a las demás.
Asseguts a sa vorera
Camino
19/06/21 0:00
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