A veces mi hija viene y me dice «mamá, mi hermano me ha dicho que soy fea» y yo le digo «¿tú lo sientes así?», y me responde «no», a lo que le repico «pues eso es lo que cuenta, lo que tú sientas en tu interior». Y como este ejemplo, todo en la vida. Por eso no me da miedo que a mis hijos desde la escuela les den charlas sobre la igualdad, el feminismo, identidad de género, diversidad sexual,... Desde casa trabajamos en reforzar su personalidad que ya viene marcada, y la van perfilando. Pero mis hijos el día de mañana convivirán en una sociedad diversa, de hombres y mujeres, y como ya dije en alguna columna anterior posiblemente tengan algún amigo o amiga que tenga dos padres o dos madres. El miedo está en que si van a esas charlas ¡cambiarán su orientación sexual!, no tiene por qué. Son informativas, y desde mi punto de vista lo único que hacen es evitar la homofobia, el acoso escolar, el racismo, etc. Y fomentan la integridad de las personas. ¿Y si en esas charlas hay algún niño o niña que no se siente identificado con su género, o si siente algo por su mismo sexo?, quizás le venga bien saber que no es malo lo que le pasa, que se le puede entender, y comprender. Y lo mejor de todo hablar. Porque hablando se entienden las personas.
Supervan Family
¿Los hijos no son nuestros?
22/01/20 0:00
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