Los eufemismos de un gobierno

¿Cómo es posible que un gobierno que en cinco meses ha llevado a cabo dos reformas en la banca española, se encuentre con que ésta tiene que ser finalmente socorrida deprisa y corriendo por hasta 100.000 millones de euros de la UE? Es evidente que las dos reformas llevadas a cabo por el gobierno no han servido para nada.

Me pregunto: ¿Hay aquí alguien que se está enterando de algo?

El ministro de Economía dijo cuando empezó el rumrum de Bankia, que entre cinco y ocho mil millones de euros, bastarían para corregir los desfases de la banca. Unos días más tarde, nos anunciaban que para corregir la nefasta fusión entre otras, de Cajamadrid Y Bancaja, hacían falta 19.0000 millones, aparte de los 4.000 y pico ya recibidos. Nada de extrañar pues, que con estas matemáticas tan descabaladas, éstas son las horas que aún no sabe el gobierno la cantidad que hará falta de esos 100.000 millones. Parece una cosa surrealista.

Europa, más concretamente la UE, según el eufemismo usado por Rajoy (el mismo que decía que al pan, pan y al vino, vino) dice ahora "que nos abren una línea de crédito". Por cierto, no es a los bancos sino al Estado, y tengo dudas, de que de esos 100.000 millones, vaya a sobrar algún dinero. Recordarán que en estas mismas páginas hace unos días, les anticipaba que la banca española iba a necesitar exactamente la cifra que ha barajado el eurogrupo.

El dinero de Europa para sanear la banca española lo recibirá el FROB, que es quien como intermediario del gobierno, irá distribuyendo las cantidades que correspondan para tapar socavones, agujeros, zanjas y derribos de todo tipo a los bancos, con un interés según dicen de un 3%. Interés que como el préstamo es al Estado, tendrá que pagarlo el Estado. Y no solo eso, si un banco no devuelve lo que reciba, el pufo también irá a cargo del Estado, y, naturalmente, eso quiere decir, que finalmente, una vez más, podría ser la ciudadanía la que pague esos desmanes.

Se podría decir en puridad, que España ha sido intervenida, porqué el dinero se lo prestan al Estado, por mucho que ahora echemos mano de camufladores eufemismos.
Mientras todo esto sucede, el Estado no es capaz de poner en marcha una comisión de investigación para ver lo qué han hecho los gestores de cajas y bancos para llegar a semejante situación.

Me parece una especie de sarcasmo, que mientras se rescata a la banca ¿quién rescata a los miles de trabajadores atrapados por las hipotecas, que tan absurdas como alegremente, concedieron a miles de personas, a las que hay que agregar, 400.000 ahorradores que depositaron su dinero en Bankia, para que ésta lo dilapidara jugando en bolsa?

Tengo no pocas dudas de que por mucho que se sanee a los bancos y a las cajas, estos vayan a poner en marcha líneas de crédito a las empresas y a las familias. Emilio Botín dijo hace unos días, que dinero para crédito había, pero que no se pedían con las garantías necesarias. Si todo eso no cambia, si no se abren líneas de crédito, los 100.000 millones no van a servir para crear empleo, y pueden ser por el contrario, un lastre más para la ciudadanía. Y, aunque el Sr. Rajoy aún no se lo haya pensado o no se lo hayan dicho toda esa tropa de asesores, también puede ser una carga y no pequeña de credibilidad para el gobierno que preside, pues a partir de ahora, cada nuevo impuesto o cada recorte que se les ocurra, el personal dirá que es para poder pagar el dinero de los intereses de lo que Europa le ha prestado al Estado.

De momento supongo entre otras cosas, que el Sr. Rajoy, D. Mariano, ya tendrá para sí, más o menos claro y asumido, que todos los males de España no eran por culpa de Zapatero. Ahora está viendo el Sr. Rajoy, como Europa anda manga por hombro; como allende los mares se nacionalizan empresas españolas; como Cajamadrid y Bancaja, donde tantos intereses tenía el PP, salta por los aires; como sus ministros pueden llegar a contradecirse tres veces en un mismo día y, como, todo un ministro de Economía, o porque le ocultaron la verdad o porque le engañaron, no tenía ni pajolera idea del socavón de la banca española.

Por último espero, que también vea el Sr. Rajoy, que aparte de Zapatero, la crisis ha acabado con diecisiete mandatarios europeos, y le vaticino, que no serán los únicos ni tampoco por eso los últimos.