Los apagafuegos

No se si se habrán fijado ustedes, pero nuestro afán por solucionar las coas por la vía más rápida posible y sin atender a las circunstancias que las rodean, nos convierten en entusiasta apagafuegos. Cuando las cosas no van como nos gustaría que fueran y no por nosotros, sino porque las vías de donde puede surgir las soluciones se encuentran atascadas, lo primero que se nos ocurre es meter mano a la manguera y hacer de bombero sin saber ni poner en practica como se ataja un fuego. A eso se le llama tener ideas de bombero y poca cosa más. Nos llegan noticias, por ejemplo, del paupérrimo estado en que se encuentran muchas aulas por falta de calefacción, porque no hay dinero para calefacción y se nos presentan acompañadas de fotografías de chicos y chicas en sus pupitres con las prendas de abrigo puestas y medio cubiertos por sus bufandas. Ante esta realidad más o menos discutible, no he visto que nadie, absolutamente nadie haya buscado soluciones paralelas. ¿Qué pasa con las APA, que piensan los padres de esos alumnos que se nos muestran como si estuvieran en plena fase de congelación? Si la Administración no llega para cubrir con lo que tendría que ser su supuesta obligación, los padres hace tiempo que ya tendrían que haber tomado cartas en el asunto, recaudar fondos para la compra de al menos una estufa de butano por aula, que no sale tan caro entre todos….¿o es que opinan que es mejor que sus hijos sigan a merced del frio? En los tiempos que vivimos y como los vivimos, ya va siendo hora que las APA se dejen de pensar en recaudar para organizar visitas a los sótanos del castillo del Conde Drácula y se decidan por invertir en sus propios hijos, cerca, aquí mismo. El no poder, el no querer hacerlo porque esa es la obligación de otros, es pura demagogia y más en en época de crisis.