Los globos y la consola

El centro de Ciutadella se convirtió el sábado en una gran sala de juegos. Sorprendente fue que los niños se emocionaran con unos simples globos de bajo coste y no los soltaran hasta quedarse sin aire (los globos, no los niños); sorprendente que la chiquillada rezumara alegría con unos cubos de agua y jabón que, círculo mediante, producían graciosas pompas; sorprendente el jolgorio por una comba. La simplicidad de estos juegos incentiva la imaginación y la habilidad para convertir simples objetos inanimados en divertidas aventuras. Si no hay presupuesto para la más moderna de las consolas de videojuegos, la caja de cartón que nos traemos del super puede llegar a ser un coche, una nave espacial o un chalé, sólo con un par de rotuladores, celo y unas tijeras. Pero hay que tener ganas, imaginación y maña para lograrlo. No, no me ha cogido un ataque de ñoñismo viejuno paternal. La receta vale para el momento político actual. El PP accede al grueso de la administración balear con el propósito de manejar con menos personal y gasto corriente lo mismo que la izquierda gestionaba con cuestionados, por extensos, organigramas. La receta no puede ser otra que ganas, imaginación y maña. El tiempo dirá si el globo les explota en la cara o si se acaba demostrando que la consola que manejaban los otros era efectivamente demasiado ostentosa.