Apura el cigarrillo con una calada larga y profunda. El brillo del pitillo le delata en un tramo de vía oscuro y olvidado. Enciende otro. Y otro más. Hace tiempo que venció al cáncer o cualquier enfermedad similar. Y si no lo hizo le da igual, "que venga", piensa, "la esperaré de pie y con los brazos abiertos". El pulso ya no le aguanta la batalla, tirita como un niño desprotegido y sus manos han perdido el color vivo que alguna vez tuvieron dejando paso a un amarillo repugnante, mezcla de tabaco, alcohol y heridas que no se curan con el tiempo. No sabe si tiene cuarenta y muchos o cincuenta y pocos. A estas alturas le da igual. Vive cada día como si fuera miércoles porque ni el martes, ni el jueves ni todos los demás le devolverán la ilusión por la vida.
Asseguts a sa vorera
Morir sin estar muerto
16/04/11 0:00
También en Opinión
- La autopsia al conductor del accidente con seis fallecidos en Maó descarta el infarto
- Vilafranca aprovecha la ausencia de dos consellers del PSOE para aprobar el presupuesto y saltarse el boicot de Vox
- Que de un enrejado de los pisos sociales de la calle Borja Moll...
- Un conductor ebrio estrella su coche e intenta huir en Cala en Blanes
- El Gobierno prorrogará finalmente todo el año la gratuidad del transporte en Balears
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.