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Se puede decir más alto pero no más claro: José Blanco no entiende el problema del transporte aéreo ni su gravedad. Esta es la conclusión a la que llega el senador por Balears, Pere Sampol, y que resume el sentimiento que se tiene especialmente en Menorca. A pesar de que el ministro de Fomento sacaba pecho el pasado martes en el Senado al anunciar que Iberia bajará un 5 por ciento la tarifa básica para los residentes baleares y canarios, la medida es del todo insuficiente por mucho que Blanco proclamara que se está logrando el objetivo perseguido por el Gobierno de conseguir billetes más baratos. De hecho, tanto las agencias de viajes como el Consell coinciden en que el beneficio será relativo y escaso. A la medida de Iberia se sumó ayer Air Europa.

Partiendo de la base de que toda reducción de precios es buena, la reivindicación de Balears sigue sin ser atendida. Desde el archipiélago, la región de la UE con mayor dependencia del transporte aéreo, se esperan unas tarifas justas y ello implica un descuento mucho mayor. El agravio lo ponía sobre la mesa Sampol: un trayecto entre Málaga y Madrid en AVE cuesta 305 euros ida y vuelta, mientras que el coste del viaje entre Menorca y Madrid (una distancia parecida) asciende a 767 euros.