TW
0

El ministro de Fomento, José Blanco, ha asumido la función de liderar la reducción del gasto público, con algunos avisos alarmistas sobre los recortes en los planes de inversiones, en carreteras, por ejemplo, que después matiza o reconsidera. Ahora ha lanzado un anuncio que puede perjudicar a los menorquines en un tema tan sensible como el transporte aéreo. Pretende que no se aplique el descuento de residente en las tarifas más altas de las compañías aéreas. Sabe el ministro que las compañías hinchan las tarifas para después aplicar descuentos enormes, cuando lo único que importa es el precio final.

Se ha producido la picaresca de regalar billetes a entidades deportivas o sociales y pasar a la Administración la tarifa más alta para percibir el 50 por ciento de un billete extraordinariamente caro. Está justificado que José Blanco se meta a fondo con esta cuestión, sin embargo lo hace por un mecanismo improcedente, el descuento de residente. El ministro debe tener en cuenta que este descuento es fundamental para sostener el sistema de transporte aéreo, aunque no satisface a los isleños porque no los iguala con los peninsulares. El Gobierno debería trabajar la forma de compensar esa desigualdad en lugar de pretender limitar un derecho, aunque sea para acabar con los abusos.