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El Lazareto del puerto de Maó sigue siendo un coto privado de los funcionarios del Ministerio de Sanidad y sus familias, que tienen el privilegio de pasar allí dos semanas de vacaciones en temporada alta por el precio de 300 euros todo incluido. Por otro lado, los menorquines y los turistas no pueden visitar el recinto, lo que provoca justificadas quejas ante las administraciones locales y especialmente en el Ayuntamiento de Es Castell. Se trata de un espacio histórico de una belleza espectacular, que es propiedad pública y que sin embargo no cumple esta función, ni sirve a los ciudadanos de la Isla.

La continuidad de este privilegio administrativo causa perjuicios económicos a Menorca. No tiene sentido que uno de los conjuntos patrimoniales de más valor siga estando vedado a los residentes y a los visitantes. El colmo es que las autorizaciones para una visita se concedan con cuentagotas, con excesivas limitaciones, y con todos los gastos a cargo de quien lo solicita. Esto es lo que le ha sucedido al Ayuntamiento de Es Castell que pretende que algunos vecinos puedan gozar del privilegio de la visita al Lazareto. Unió Menorquina reivindica la reversión de este recinto. Es un objetivo que vale la pena apoyar.