TW
0

Estoy leyendo un libro que me tiene enganchadísima.

Se llama "Historias de mujeres", es de Rosa Montero y, a pesar de editarse en el 95, posee ciertas frases a las que no afectará el paso del tiempo. La escritora habla del conocimiento como algo que, al igual que la muerte, es irreversible en la vida. Siendo ésta una cuestión tan lógica, no sé cómo la pasamos por alto de forma tan fácil y es que las personas, aún con conocimiento o experiencia, tropezamos 800 veces con la misma piedra.

Montero describe la vida de numerosas mujeres del siglo XVIII y XIX que aportaron mucho a la sociedad; mujeres que tuvieron que 'cobijarse' al lado de un hombre comprensivo que les permitiera poder satisfacer sus inquietudes; mujeres que, con suerte, se salvaron de ser internadas en manicomios (una práctica muy habitual en aquella época) porque no seguían el camino que se suponía debían seguir.

Historias de fuerza, de inteligentes decisiones; historias, al fin y al cabo, de mujeres que tenían mucho que decir.

Toda esa lucha, que tan lejana nos parece desde nuestra posición, se vive actualmente en diferentes países. A pesar de conocer que nosotras sí gozamos de ese derecho, a veces no disfrutamos de tal posibilidad. Y digo yo: mujeres, opinen, que no hay por qué temer al qué dirán, que han sido y son demasiados años de lucha femenina como para que no nos atrevamos a abrir la boca ni en una simple encuesta callejera.