La combinación de los desmesurados precios del mercado inmobiliario y los bajos salarios provoca que Balears lidere la lista de comunidades donde devolver las hipotecas tenga el coste más elevado de España. Las entidades financieras establecen un máximo de 30 años a devolver los préstamos, lo que incrementa las cuotas hasta extremos casi insoportables para la inmensa mayoría de las familias.
La escasez del suelo, las restricciones urbanísticas, la buena marcha de la economía, la presión de inversores extranjeros, los bajos tipos de interés y la falta de vivienda pública son los factores que han provocado una burbuja inmobiliaria que impide el acceso a la vivienda de amplias capas de la sociedad de las Islas. Es una opción que cada año se reduce por la imposibilidad de hacer frente a unos precios disparados, con el agravante de la subida de los tipos de interés.
Ampliar la oferta de vivienda pública es una actuación que las instituciones de Balears con competencias en esta materia deben desarrollar con urgencia. También hay que replantear medidas urbanísticas y fiscales para evitar que el sector inmobiliario sea una fuente de especulación en Balears. Liberar suelo y, en especial, aligerar el aprovechamiento tributario que pesa sobre el mercado inmobiliario, son medidas que pueden ayudar a modificar el actual escenario.
