El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sostuvo el 16 de agosto que Balears cuenta con las «infraestructuras precisas y necesarias» para dar respuesta a la llegada de pateras con migrantes irregulares.
El titular de Interior afirmó que «no ha habido ningún problema», al ser cuestionado por el colapso de los servicios de emergencias. Estas declaraciones motivaron el rechazo de los sindicatos policiales, que desmintieron al ministro: «Queremos mostrar nuestra indignación, porque todo han sido promesas, es nuestro deber defender sus derechos [de los inmigrantes]».
La denuncia por la falta de «medios personales y las instalaciones que se precisan para hacer frente a las oleadas masivas de inmigrantes que llegan a nuestras costas» recobra vigencia tras recibir Balears el fin de semana 21 pateras con 322 personas. La delegada del Gobierno, Aina Calvo, dice que la situación «está controlada porque tenemos una muy buena coordinación institucional». Según la delegada del Gobierno, «duermen en las cocheras, pero con dignidad». El SUP discrepa con Aina Calvo y exige las instalaciones prometidas, porque la pretendida dignidad no está garantizada.
