Hoy comienza en Madrid un congreso complicado para el Partido Popular en el que, con dos candidatos que pugnan desde hace días, elegirá al líder que sucederá a Mariano Rajoy al frente de esta formación política. El sistema de primarias deja en manos de los compromisarios la decisión de optar entre Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Las diferencias entre ambos se centran en los antagonismos personales y la nueva orientación política del Partido Popular.
Hasta hoy no ha sido posible la confección de una candidatura única, tal como han venido reclamado destacados barones, entre ellos el presidente del PP balear, Gabriel Company, para transmitir una imagen de unidad interna. En esta convención se debatirá qué espacio recuperar el PP: la derecha o el centro, bajo la creciente amenaza del avance de Ciudadanos. Es preciso renunciar a los personalismos para forjar un nuevo liderazgo que gestione con eficacia esta nueva etapa. Dirigir al PP en la oposición, ilusionar y cohesionar la militancia en torno a un proyecto común constituyen los grandes retos a afrontar, así como la renovación de los cuadros y la construcción de un discurso atractivo y renovador.