Durante el 2017 el recinto ferial de Maó, ubicado en el Polígono Industrial de Maó, sólo abrió sus puertas para acoger cinco actividades, el mismo número que hay programados para este año. De los eventos del año pasado, tres tuvieron carácter benéfico y promocional: el concierto de corales de Gent Gran, el acto final de la campaña 'Por la sonrisa de un niño' y la Volta Cicloturista.
De hecho, sólo acogió dos actividades de naturaleza ferial: Arrels y la Fira d'Stocks. Un pobre balance para unas instalaciones públicas que se hallan prácticamente en situación de desuso, y en las que el Govern invirtió 310.000 euros para reparar deficiencias y mejorar su conservación. Un balance que contrasta con la gran ocupación que registra, así como la constante actividad del recinto ferial de Es Mercadal, que durante el 2017 acogió 79 eventos: doce ferias abiertas al público, cinco que se celebraron a puerta cerrada, quince actos organizados por asociaciones y entidades, y 47 por particulares. Es el momento de poner sobre la mesa y debatir tanto los usos como el concepto del recinto ferial de Maó para redefinir su futuro con otros criterios. El objetivo consiste en darle utilidad y sentido.