El reparto de los fondos recaudados con la ecotasa ha abierto la caja de los truenos entre los ayuntamientos, consells y el Govern, y está provocando recelos, malestar y decepciones.
El vicepresidente del Ejecutivo, Biel Barceló, de Més per Mallorca, se apresuró ayer mismo a anunciar la modificación de los criterios de distribución para dar un mayor peso a las propuestas municipales, que en esta primera convocatoria no han sido tenidas en cuenta.
En Menorca los alcaldes presentaron 24 proyectos con un presupuesto de 17,5 millones de euros. Ninguno ha sido aceptado, porque se ejecutarán siete proyectos -80 por ciento presentados por el Govern, y el resto por el Consell- con un presupuesto de 4,1 millones.
Al haber sido excluidos los ayuntamientos, Maite Salord declaró que «para el Govern era complicado financiar con la ecotasa proyectos municipales sin crear agravios comparativos». Corresponde a la presidenta la responsabilidad de liderar y defender los proyectos menorquines, en función de los intereses locales. También debe explicar cómo se ha producido el incremento porcentual que ha conseguido Eivissa con este reparto de la ecotasa.
