TW

Menorca ha vivido esta semana dos acontecimientos que acentúan la vocación de la Isla como enclave con un extraordinario atractivo cultural y patrimonial, y al mismo tiempo como destino para visitantes que valoran otras oportunidades y ofertas, más allá del sol y playa. Nos referimos a la presentación de la regata Menorca Maxi, que concentrará en la Isla unas embarcaciones, armadores y tripulantes que transforman la competición náutica en relación social y económica.

Y ayer el Consejo del Patrimonio Histórico dio el espaldarazo definitivo a la candidatura «Menorca Talayótica» como la propuesta de España ante la UNESCO para ser incluida en 2016 en la Lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El presidente Tadeo realizó un paralelismo entre el apoyo social que logró, hace 21 años, la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera con la candidatura talayótica. El trabajo debe proseguir ahora con la implicación de los menorquines y su convicción en la transversalidad del turismo que halla en la actividad náutica y la singularidad de la cultura megalítica dos de los elementos que configuran una Isla con oportunidades únicas.