Les escribo desde mi tierra natal, Sicilia. Desde hace 10 años vengo de vacaciones y paso largas temporadas de hasta dos meses en su espléndida isla, entre junio y julio. Este año la situación en las playas no es la misma, es realmente poco edificante.
Los turistas hemos sido poco cívicos en todo el mundo, dejamos bolsas con restos de comida, tiramos microplásticos a la arena (ver pajitas de zumo de frutas, los pequeños tapones de plástico de las cremas solares etc...etc...). Pero otros años vi que lo limpiaban todo, vi pasar a gente que incluso recogía colillas en la playa, cada año las playas se limpiaban de posidonia, encontré grandes cubos naranjas de basura cerca de las playas, limpieza absoluta en los pueblos (al menos en Ciutadella). Digo que somos turistas pero os puedo asegurar que mi mujer y yo siempre nos hemos portado correctamente y nos hemos hecho amigos de algunos residentes.
Este año, sin embargo, encontré las mejores playas vírgenes llenas de posidonia. Sé que la posidonia es importante para la conservación de la arena pero permítanme decirles que Son Xoriguer hace 30 años era una playa preciosa que vi con mi hijo cuando era niño y este año sin embargo desapareció todo dejando solo piedras como en Sant Tomàs. Las praderas marinas solo pueden salvar el 20 por ciento de la arena. Si no construyen espigones a 200/300 metros de la costa aunque sea de forma natural, lo que está permitido por las reglas de la biosfera, la arena desaparecerá por completo (en mi zona se ha hecho y volvemos a tener hermosas playas).
Pero sobre todo encontré una auténtica intolerancia por parte de los menorquines hacia los turistas, con protestas, falta de limpieza de las playas y falta de eliminación de las algas de Macarella, Mitjana, Cala en Bosc etc... y también mucha intolerancia en el contacto humano (nunca me había pasado y me sentí fatal, nos sentíamos muy incómodos, la sensación de que mucha gente no nos quería).
Solo quiero decirles que la Isla es suya y naturalmente pueden decidir sobre su futuro, es su tierra, pero si no quieren más turistas, simplemente reduzcan las concesiones de alquiler, persigan los numerosos alquileres ilegales, no permitan que la gente venga en coche desde Toulon (cientos desembarcan cada día), reduzcan los vuelos aéreos y la publicidad en el extranjero. Pero no es del todo correcto que venga a Menorca para ver y disfrutar de playas hermosas y limpias y en cambio encuentre a los isleños molestos y protestando contra nosotros los turistas, que pagamos vuelos, alojamiento, alquiler de coches, comida y gastos varios.
Dirijan las protestas a los suyos, políticos, ayuntamientos, otras instituciones donde pueden decidir un cambio de rumbo en el turismo... Porque este año me sentí como un invitado no deseado y fue una sensación horrible.
Un turista fiel.