Dicen que las ausencias –y aunque pueda parecer un contrasentido- tienen volumen. El tuyo es inmenso. La rapidez de tu partida, lo inesperado de la misma, nos hizo asimilar esa idea hasta insospechados límites y nos privó de decirte todas aquellas cosas que, aún sintiéndolas, obviamos decir, hasta que, con frecuencia, es demasiado tarde. Por eso, a quienes acompañaste, ayudaste, escuchaste, comprendiste; aquellos a los que abriste siempre las puertas, no únicamente físicas sino también anímicas; todos aquellos a los que acogiste en la Parroquia de Sant Antoni; tus feligreses, en suma, te hemos mandado un whatsapp en la certeza de que Dios Padre hará posible que los leas. Es un agradecimiento sincero, merecido y una prueba del inmenso afecto que te hemos tenido, tenemos y tendremos. Es una obra coral, porque cada uno de ellos expresa, desde la sinceridad más profunda y el afecto más intenso, todo lo que sentimos hacia ti y el enorme bien que nos hiciste:
Joana: «Para mí fue un alma sencilla, humilde y buena. Todo positivo, nada negativo».
Carmen: «Per jo un gran transmisor de pau. Pregar amb ell, em feia sentir a prop de Déu».
Mari: «Un home meravellós, atent, pendent de tothom, guía espiritual i amic».
Pauca: «Un gran orant… Sensible a les debilitats dels homes. Un company de camí».
Margarita: «Ha estat un home bo, ha viscut intensament l'esperit de l'Evangeli. Sempre que el necesitaves el tenies al teu costat».
Mari: «Era el nostre guia, el nostre amic, el nostre germà, part de la nostra familia. Un home humil i sincer, entregar als altres. Donam gràcies a Déu per haver-lo possat en el nostre camí».
Francesc: «En Rafael entrava poc a poc però arribava molt endins».
Mari: «Su trabajo, su humildad, bondad y generosidad han regido su vida».
Milagros: «Ha sido un regalo de Dios haberlo tenido como guía espiritual».
María: «Admirable en todo, difícil de imitar».
Cristóbal: «Una bona persona, entregat als altres, que em va apropar a Caritas».
Mari: «Es una opinión, pero si él hubiera sabido todas las cosas bellas que nos inspiraba se hubiera sentido sobrecogido… Todos los que hemos leído los diferentes mensajes nos hemos sentido identificados. Cuan valioso trabajo tuvimos entre nosotros, que dejó una huella en nuestros corazones que no se borrará».
Mar: «La carga que provoca la tristeza de la pérdida de un buen amigo, dada como resultado de buenas experiencias y recuerdos que compartimos con el padre Rafael. Que Dios lo tenga en su gloria y le dé la Vida Eterna. Mi más sentido pésame a su madre y hermanos».
Manuel: «Un hombre sencillo, sereno, humilde, trabajador. A veces podía más su mente que su cuerpo frágil. Siempre tenía una sonrisa para todo el mundo. Ha dejado una huella muy profunda entre todos los feligreses de Sant Antoni».
Un inmenso abrazo, Rafael y ruega por nosotros… Para que sepamos vivir nuestra vida con un poco, tan solo un poco, de la coherencia con la que viviste tu Fe… Con ella, sí, podremos llenar, aunque únicamente en parte, ese terrible volumen de tu ausencia irreparable.
Feligreses Parroquia Sant Antoni
Maó