Detalles (y 2)
En la página web sobre la Historia de la Isla del Hospital, línea 3 de la página 4, se nombra al Almirante Byng y vuelve a nombrarse en las páginas 4 y 6 pudiendo inducir a confusión al no especificar qué almirante pues el conocido era John Byng que nació en 1704 y murió en 1756, condenado por haber abandonado la defensa de Menorca contra los franceses, que sería el citado en la página 6. Consultado oralmente me han dicho que el de las páginas 3 y 4 se trataba de su padre. A su padre no se le conoce, popularmente, como almirante Byng, aunque fue almirante, sino como Vizconde de Torrington, marino de nombre George Byng, que nació en 1663, falleció en 1733 y defendió la causa protestante. Fue nombrado lord del almirantazgo en 1727 y tesorero de marina. Todo ello, por lo tanto, crea confusión y la página web debería diferenciarlos por su nombre de pila, George, en un caso y John , en el otro.El Sr. José L. Terrón Ponce el domingo 19 de noviembre 2006 en la página 5 del diario "Menorca" habla de la zona de Ses Tanques del Carme y especifica "actuales calles de Anuncivay y San Fernando". Dichas calles no pertenecían a la zona denominada Ses Tanques del Carme, confundiendo la placeta Miranda, que antes se denominaba de San Fernando, con dicha zona que estaba delimitada al norte por el acantilado del puerto; al sur por la actual calle del Carmen y en la zona de poniente por el convento del Carmen. Las calles Anuncivay y San Fernando fueron el resultado de la urbanización del denominado cementerio de los ingleses.En el diario "Menorca", fecha domingo 29 de abril 2007, Alfonso Buenaventura, en su espacio Port de Maó, dice: el "Mahonés" y el "Menorca" las dos embarcaciones fueron los primeros vapores construidos por una armadora menorquina y según Juan Llabrés fueron construidos, el primero en Greennock en astilleros ingleses y el segundo en Glasgow. Así mismo dice que el capitán del "Mahonés" era Juan Victory y según Juan Llabrés se trataba de Pedro Carreras Vinent y luego Antonio Vitory Tutzó, consultar el libro "La marina de antaño" de Juan Llabrés.
En el libro de Mariana Vinent Cardona, "El puerto de Mahón, su historia y el saqueo del pirata Barbarroja" páginas 68 y 75 dice Juan Ramis i Ramis y debe decir Antonio Ramis i Ramis. Los Ramis y Ramis fueron once, los más conocidos Juan, Pedro y Bartolomé, José, Antonio y Marie- Anne. Antonio fue jurista, historiador y arqueólogo.
En la pag. 184 de la Enciclopedia de Menorca tomo X, Historia II, en la tercera columna párrafo 3 dice Joan Oliver y debe decir Galceran Oliver.
Mariana Vinent Cardona en su libro "El puerto de Mahón, su historia y el saqueo del pirata Barbarroja" en las páginas 53 y 54 dice Joan Oliver y debe decir Galceran Oliver. El mismo libro la pág. 39 donde dice convento de Santa María de Jesús de Nazaret debía decir convento de Jesús e iglesia de Santa María de Nazaret y en la pág. 44 dice "de nada sirven las torres de defensa" es un anacronismo pues en aquel tiempo no se habían construido, lo mismo que hablar de carros pues en 1535 parece ser no existían en Menorca los carros.
En el libro "De Menorca a Istambul" Miguel Ángel Casasnovas y Florenci Sastre dicen en la pág. 62, nota de pie de página nº 102, Jaime Bover y debe decir Joaquín Mª Bover Roselló. Jaime Bover es Jaime Bover Pujol.
El tomo XI de la Enciclopedia de Menorca, Historia III, página 79, columna 3ª, octava línea dice Joan Seguí Sancho y, si se refiere al relacionado con el gobernador James Johnston, creo debe decir Francisco Seguí Sintes. Seguí Sancho era su padre. Por cierto estoy de acuerdo con Desmond Gregory y la visión menos tremendista de Casasnovas Camps sobre Lady Cecilia pues según he podido deducir al leer otras fuentes parece no fue tan terrible como el panfleto anónimo la retrató.
He aquí algunos ejemplos, que creo suficientes, además de que no deseo excederme. Soy yo misma que no quiero ahora incidir más en el tema, este trabajo de anotar detalles es cansado y los hay que parece que creen es mejor mantener la incorrección, sobre todo si es suya; por mi parte prefiero poner el énfasis en lo positivo. Siempre me gustó la Historia y admiré el trabajo de los investigadores e historiadores, los que buscan los datos y los divulgan; los que toman los datos investigados y componen la Historia para ponerla al alcance de todos; difícil y ardua tarea la de ambos, aunque digna de encomio.
Es posible que a alguna de las personas que he citado en las inexactitudes no le haya gustado de nuevo y solo falta que diga que deje de leer, de citar fuentes y hasta me ordene no opinar, o ¡las mujeres a la cocina, Ar!; solo faltaría esto, lo siento, pero no voy a hacerle caso, pienso seguir, de tarde en tarde, en este medio, si la salud, mi visión, la amabilidad del director lo permiten y a mi me interese hacerlo por algo en concreto, y si alguien no quiere que lo nombren, que no escriba; otras personas más civilizadas, educadas, buenos profesionales, que entienden bien, no sacan las cosas de su cauce y no le den más que la pequeña importancia que tiene; yo no lo expongo para menospreciar a nadie, es más, esto no desmerece para nada la labor que realizan estas personas.
Para el bien de la Historia todos deberíamos colaborar, de vez en cuando, y aclarar los pequeños detalles.
Deseo expresar las gracias al Sr. F. Javier Hernández Montesinos por su atenta colaboración y profesionalidad. Gracias.
Mariana Vinent Cardona
Maó
Espanya
i la Història
La capacitat dels dirigents polítics espanyols per a reinterpretar els orígens de l'Espanya uninacional i monolítica és gairebé tan insondable com la recerca de vida en els planetes de la Via Làctia. Des de l'extrem més delirant i risible, que postula que Espanya ja estava en la ment de Déu des de la creació de l'Univers, passant per la idea pelegrina i sense gens de fonament d'alguns (com la inefable Esperanza Aguirre), per a qui aquest país tindria uns tres mil anys d'antiguitat, fins a l'opinió més generalitzada segons la qual la unitat d'Espanya es va produir amb el casament dels Reis Catòlics, a més d'altres consideracions pseudo-històriques que hom pugui recollir al respecte, la classe política mesetària sempre ha fet mans i mànigues per donar una imatge de credibilitat històrica a l'existència d'una nació espanyola amb peus de fang, totalment artificial i mancada d'un projecte mínimament atractiu.La continuïtat de la nació catalana, amb una història de sobirania política que es fa evident a partir del segle IX, amb uns comtes catalans independents del poder franc; de la nació basca, la més antiga de totes les de la península ibèrica, amb una estructuració política moderna evident, així com la pròpia existència d'un estat portuguès, del qual Galícia en podria fer part, palesen amb escreix l'artificiositat d'Espanya com a nació, en tant que projecte generat per la força hegemònica de Castella, que té com a objectiu últim fagocitar les realitats nacionals no castellanes.Històricament, podria semblar que la derrota de la Catalunya independent en la guerra dita de Successió (1705-1714) i el subsegüent Decret de Nova Planta imposat pels vencedors borbònics, suposés el triomf definitiu de l'Espanya castellana, que englobaria tota la península ibèrica (menys Portugal, és clar, que se'ls escapà de les mans), amb la qual cosa podrien ponderar, aparentment, les excel·lències del seu projecte assimilacionista i uniformitzador, l'únic vàlid i possible per a aqueixa Espanya en formació. L'ocultació de la història del vençut és un fet recurrent en tots els conflictes. Sabem, però, que la viabilitat de l'actual estat–nació espanyol, així com ha estat entès en els gairebé tres segles de la seva existència, ha entrat en un atzucac del qual no se'n sortirà sense veure profundament afectada la seva estructura. La més que probable independència de Catalunya-Principat i d'Euskadi farà que l'Espanya de matriu castellana s'hagi de reinventar i d'estructurar-se, finalment, d'una manera molt més democràtica, si és que vol sobreviure als seus múltiples trasbalsaments.
Andreu Salom i Mir
Pollença
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