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El anticlericalismo
en España
Son jóvenes estudiantes universitarios, laicistas, radicales de ultra izquierda. Pertenecen a un grupo llamado "Contrapoder", y se definen a sí mismos como "autoritarios y anticapitalistas" Asaltan las capillas católicas de las Universidades públicas, por lo cual se les llama ya "los anti-capilla" Su objetivo: el cierre definitivo de las capillas católicas de las Universidades.

En su comportamiento demuestran una "cristiano-fobia "que les lleva a realizar actos cargados de la más absoluta inmoralidad e indecencia, como el asalto a la capilla del campus de Somosaguas, en Universidad Complutense de Madrid, donde un grupo de 50 a 70 jóvenes estudiantes entraron en la capilla profiriendo toda clase de insultos y palabras soeces contra Iglesia Católica y los católicos, a la vez que unas cuantas chicas se desnudaban de cintura para arriba delante del altar, realizando movimientos lésbicos, mientras el resto del grupo las aplaudía. Obsesionados con la homosexualidad, ésta está presente de forma ofensiva y exagerada en todas sus manifestaciones, así como la frase "Jesucristo es gay". Se les atribuyen otros actos como beber cerveza o fumar porros dentro de las capillas, pintar en pancartas a Dios en actitud hitleriana, o usar frases ofensivas para los católicos, tales como "apartad vuestros rosarios de nuestros ovarios " etc. Pero estos jóvenes no están solos, detrás hay muchas personas del mundo de la cultura, de la educación, de la política, representantes de gays y lesbianas y asociaciones cívicas, activistas transexuales y representantes del Movimiento estatal Feminista , que les aplauden su "valentía" Estas personas, la mayoría de bastante más edad que ellos, los republicanos, justifican su conducta diciendo que la Iglesia católica ha sido una aliada con la dictadura nacional católica fascistas y consideran intolerable la presencia de capillas en las Universidades.

A juzgar por su edad, se diría que estos jóvenes "anti-capilla" se mueven más por ideologías políticas que religiosas. Pintadas en las fachadas de las capillas o en pancartas con frases como "arderéis como en el 36, o la única Iglesia que ilumina es la que arde" nos demuestran una vez más el poder de manipulación que se ejerce sobre ellos, un tanto ajenos a esta lejana etapa de la historia de nuestro país en la que fueron saqueadas y quemadas tantas iglesias católica, el año 1936.

Mientras que la mayoría de los españoles desearía poder olvidar esta etapa de la historia, otros se empeñan en reabrir viejas heridas, alimentando y resucitando viejas rencillas políticas, no en vano usan en su lenguaje frases como "los cristianos son como ratas".

A buen seguro, los jóvenes que asaltaron la capilla de la Complutense no eran conscientes de estar profanando un lugar de culto e incurriendo en delito contra el sentimiento religioso, que está tipificado por el Código Penal ( Art. 524) con penas de 6 a 12 meses de cárcel. Pero estos no son actos exclusivos de las Universidades. El movimiento Contrapoder ya está planeando el Jueves Santo hacer en Sevilla una procesión atea, paralela a la cristiana, con lo cual incurrirían en delito contra el sentimiento religioso ( Art. 524 del Código Penal) Puesto que su aspiración no es otra que "ofender a la Iglesia católica" y no por creencia alguna, habrá que apelar a la cordura de los gobernantes para que ésta no sea autorizada. Y si no, a los jueces.

En España vivían 100.00 musulmanes hace 19 años; ahora son ya más de un millón. Unas 300 comunidades musulmanas tenían previsto fundar el día 2 de abril la Comisión Musulmana de España (CME). Estas entidades conforman lo que se podría llamar "la tercera vía del Islam español" y se sumarían a las 916 que actualmente hay en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, según ha declarado el director general de Asuntos Religiosos a un periódico nacional. Estas 916 entidades musulmanas actuales pertenecen a la CIE, o Comunidades Islámicas de España, que equivale a la Conferencia Episcopal de los católicos y es la encargada de negociar con el Estado el reparto de las subvenciones, la formación de los imanes, la asistencia religiosa a escuelas, cárceles o cuarteles, o a la creación de cementerios propios. Si todas las religiones merecen un hueco en nuestra sociedad ¿se atreverían estos sujetos a asaltar una mezquita? Seguro que no. De todos modos, nadie debería hacerlo, por respeto a la libertad religiosa.

Mercè Francesca Bresco
Es Migjorn Gran