Actualmente se revalorizan los diferentes oficios profesionales, que estaban marginados frente a las profesiones liberales.
El oficio de carpintero es uno de los más preciados y en resurgimiento.
Este oficio es una excelente manera de mantenerse físicamente activo a la par que se desarrolla el aprendizaje de un trabajo muy útil.
En nuestra sociedad actual se han sobrevalorado los estudios universitarios de manera que los oficios tradicionales y necesarios para todos sufren un detrimento. Además, en el momento de dedicarse a una profesión, son los diversos oficios los que tienen más demanda y con mejores rentabilidades. Por otra parte, puede decirse que hacemos un bien a la sociedad que se encuentra necesitada de oficios.
La carpintería combina el trabajo manual con el ejercicio físico y así tenemos, además de la creatividad, el aumento de la fortaleza muscular, la precisión y la resistencia.
Fuerza y resistencia muscular: Levantar y cargar materiales. Las herramientas y la propia madera, pueden ser pesados. El trabajo de clasificar los materiales en el taller supone un ejercicio de fuerza y resistencia en el que se implican los músculos de los brazos, espalda y core.
Los desplazamientos dentro del taller, realizando acciones como: cortar, medir y sobreponer unos trozos de madera encima de otros, supone un ejercicio aeróbico de baja intensidad que presenta una mejora en el sistema circulatorio.
El uso de herramientas manuales en vez de mecánicas. Las sierras, el formón y los martillos, requieren para su empleo fuerza y coordinación. Si usamos habitualmente estas herramientas, fortaleceremos los músculos de antebrazos y torso.
Al realizar los diferentes trabajos, el cuerpo adopta posiciones variadas, estiramiento de espalda, flexión de rodillas al agacharse, torsión de tórax al girar y con ello estamos practicando gimnasia y estiramientos.
- La precisión requerida para los trabajos de carpintería y ebanistería, mejora la coordinación y afina la psicomotricidad.
- La alineación corporal correcta, también se practica al tener que utilizarla para levantar pesos.
- La concentración, a la hora de calcular las medidas y forma de ensamblaje de un mueble supone un trabajo mental que centra la atención en el presente, relajando.
- Los movimientos repetitivos y rítmicos como el de lijar una pieza a mano, calman la mente.
- La creatividad se desarrolla al crear un estilo para determinadas piezas.
La carpintería puede realizarse también por gusto, como una actividad complementaria. Para comenzar si tenemos la oportunidad de asistir a un taller profesional como aprendices, será ideal.
Las medidas de seguridad, son básicas en este oficio, aquí enumeramos algunas:
- Uso de guantes para evitar que se nos clave una astilla.
- Uso de gafas para proteger los ojos del serrín y de algún material que se desprenda.
- Uso de mascarilla para protegernos de la toxicidad de las colas.
- Descansar cuando lo necesitemos.
La restauración de muebles antiguos y la reparación de otros actuales, es en realidad otro oficio pero dada la escasez de profesionales del sector, son los ebanistas y carpinteros con experiencia los que realizan estas labores.
Para la restauración, se utilizan tintes para igualar color, goma laca para las maderas nobles y muñequillas de algodón para bruñir, decapantes para el pino pintado, si se quiere decapado, pequeños metales de diferentes formas para rascar el barniz a renovar de las caobas y otros muchos. La restauración tiene un componente creativo mucha técnica.
La carpintería mejora nuestro cuerpo y también la mente, trabajo físico y creatividad.