Actualmente se prioriza el caminar diariamente como ejercicio físico, frente a otras muchas técnicas gimnásticas. El complemento de trabajo de musculación, un par de veces por semana, acompañará al de ejercicio físico del caminar que cubre las necesidades de mantenimiento cardiovascular.
Dado que utilizamos la informática cada vez más, podemos comprobar el número de pasos que damos al día, con la aplicación de salud si la tenemos instalada en el móvil.
10.000 pasos al día son los que se recomiendan en este momento.
Como de costumbre, la preparación física individualizada es la que dirige el número de pasos.
La OMS recomienda entre 150 y 300 minutos de actividad moderada a la semana.
Si al cabo del día no hemos llegado al número recomendado, existe otra técnica de trabajo cardiovascular, que consiste en caminar 30 minutos a paso forzado y realizando subidas y bajadas en el trayecto. Con los cambios de esfuerzo, en subidas o bajadas, el trabajo aeróbico aumenta considerablemente. Esta técnica requiere un tiempo específico dedicado a la actividad, media hora. Esta técnica mejora la circulación sanguínea y la salud del corazón. Al quemar más calorías en menos tiempo puede ayudar a perder peso si este es un objetivo, o mantener el peso ideal.
La técnica de la media hora, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés, al liberar endorfinas con más facilidad.
Esta segunda técnica puede no ser tan adecuada para la mayoría de personas. La ventaja añadida aquí es que en media hora realizamos nuestro objetivo de ejercicio físico.
Con esta técnica quemamos más calorías, aumentamos nuestra capacidad aeróbica y nuestra condición física.
La explicación del auge del caminar como ejercicio físico es que supone la comodidad de hacerlo sin equipo especial, en cualquier lugar y hora del día y desde el punto de vista fisiológico, es el movimiento al que la especie humana está habituada desde siempre.
Las articulaciones no sufren impacto, se promueve un estilo de vida activo a lo largo del día, evitando largas sesiones de sedentarismo, podemos además dividir el tiempo de caminata en diversos periodos.
Puede ser un objetivo básico para crear un hábito que nos ayude a mantener la salud cardiovascular y metabólica.
Las dos opciones son, en realidad, complementarias. Si queremos mejorar nuestra capacidad respiratoria y nuestra salud metabólica a la vez que nuestra condición física general, podemos practicar el sistema de la media hora los días que tengamos tiempo, y las caminatas de desplazamientos a lo largo del día el resto de días. Así conseguimos además aumentar la cantidad total de movimiento al día.
El caminar 10.000 pasos al día, promueve una mayor movilidad articular y flexibiliza la musculatura.
Si una parte de estas caminatas, integradas como hábitos, las realizamos con amigos o familiares, estamos favoreciendo la interacción social.
Lo importante es tener una vida activa y crear unos hábitos realizables a largo plazo. El aumento de la actividad física, contribuirá en gran medida a tu salud general.
Escuchar nuestro cuerpo adaptándonos a sus necesidades y también a nuestro horario profesional nos dará la pauta a seguir.