Preparación manual de la salsa mahonesa para acompañar un plato. | Made in Menorca

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Una de las funciones de la RAE es responder a las consultas de los hablantes del español y resolver sus dudas, tanto a través de sus plataformas oficiales como de las redes sociales. Estas últimas han adquirido un mayor protagonismo en los últimos años, hasta el punto de que los perfiles oficiales de la Real Academia son seguidos por millones de personas.

En la última semana, la RAE ha respondido a una consulta que afecta a un tema sensible para los menorquines: ¿Es «mahonesa» o «mayonesa»? A pesar de los esfuerzos de los investigadores y autoridades locales por reivindicar el origen balear de una de las salsas más famosas del mundo, lo cierto es que está mucho más extendido el uso de «mayonesa».

Así lo constata la RAE en una respuesta en su cuenta oficial de X: «Las dos opciones, mahonesa y mayonesa, son válidas para designar la salsa, pero es más frecuente hoy mayonesa», explica la RAE a sus seguidores.

Entre quienes responden a este mensaje los hay que afirman no haber escuchado nunca la palabra mahonesa y otros que entienden que si esta salsa procede de Mahón «al llamarla mayonesa se pierde la información sobre su origen, lo cual es de lamentar, porque se trata de una salsa muy apreciada en todo el mundo que se inventó en España».

Las pruebas del origen menorquín

La Real Academia no entra en el debate abierto sobre el origen menorquín de la emulsión. La teoría isleña se sustenta en documentos históricos de los que se desprende que el uso de la salsa se popularizó en Europa a raíz de la dominación francesa de Menorca en el siglo XVIII.

Así, el duque de Richelieu, comandante de la expedición francesa, habría probado en la Isla una salsa local a base de huevo y aceite de oliva y la llevó a Francia, donde se popularizó con el nombre de mahonnaise o mayonnaise.

El término mahonesa también aparece en textos en español y catalán antes de que se extendiera de forma mayoritaria la denominación de mayonesa. En definitiva, indicios históricos, etimológicos y testimonios que llevan a los menorquines a defender el ADN local de esta salsa frente a las teorías alternativas que apuntan a su posible origen francés o de otros lugares del Mediterráneo.