TW
4

Si hay caballos en Cala en Porter, ya puede estar seguro de que el verano toca a su fin. La Plaça de Sa Platja acogió ayer por la mañana el último jaleo del estío, una fiesta que comenzó cuando pasaban unos minutos del mediodía y se prolongó hasta las tres y media de la tarde. Tiempo más que suficiente para que los cuarenta caixers hicieran disfrutar a residentes y visitantes.

Pero las fiestas de Cala en Porter no solo son conocidas por ser las últimas de la temporada, sino también porque es la única urbanización turística que cuenta con la participación de caballos y que no venera a un santo. Características que hacen de esa cita un encuentro diferente, aunque este año se ha vivido con algún que otro sobre salto. Especialmente durante la jornada del sábado, cuando las inclemencias climatológicas impidieron que las fiestas se celebrarán tal y como estaba previsto en el programa.

Sin embargo, la anulación de los actos de la mañana no empañó de todo la jornada, que salvó la celebración del jaleo después de que se decidiera prescindir de la parte de la fiesta en la que los caballos desfilan por las calles de la urbanización por motivos de seguridad.

Pese a a todo, al final la fiesta resultó «ser un éxito», tal y como reconocía ayer la presidenta de la asociación de vecinos, Mari López. «Al menos en la segunda jornada el tiempo nos ha acompañada», reconocía minutos después de que terminara la recepción de las autoridades, caixers, residentes y visitantes en el edificio municipal de la urbanización.

Unas fiestas que, por otra parte, se han desarrollado sin incidentes destacables, tal y como se reflejó en el parte de la Creu Roja, en el que solo se anotaron un total de siete asistencia en todo el fin de semana, todas ellas por causas leves.

Tras los últimos bots del verano (la Festa amics dels Caixers se celebrará en Alaior el próximo sábado coincidiendo con la llegada del otoño), la fiesta continuó todavía durante unas horas gracias a la celebración de algunos eventos clásicos en Cala en Porter, como la fiesta de la espuma o el tradicional «Fun quiz» que cada año tiene lugar en The Village Pub. Pero hablando de encuentros clásicos, no se puede pasar por alto el partido de fútbol entre menorquines y británicos, un derby que se celebró el viernes por la mañana y que alcanzó ya su novena edición con victoria para los segundos (5-4).

El final de fiesta llegó con la música, el baile y línea y el castillo de fuegos artificiales, un acto con el que Cala en Porter despidió sus fiestas hasta el año que viene.