Jiménez estuvo acompañado en el Ayuntamiento por la editora Berta Noy y la periodista Mercedes Milá | Jaume Fiol

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Este viernes no era la fiesta del 9 de Juliol, pero lo parecía: un Salón Gótico a reventar (mucha gente tuvo que quedarse de pie) y un calor sofocante. Y todo gracias a la capacidad de convocatoria de Quique Jiménez, más conocido en el mundo del espectáculo como Torito, que escogió el Ayuntamiento de su Ciutadella natal para presentar «Ácido», un libro en el que repasa algunos capítulos de su vida.

Arrancó el acto con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. Un homenaje al que puso fin con su voz el joven Dani Juanico, concursante de La Voz Kids, quien entró en el salón interpretando a capela «When I was your man» de Bruno Mars. A continuación, Torito entró en escena sin poder reprimir las lágrimas al ver la gran asistencia. Se sinceró reconociendo que hubo un tiempo en el que tuvo «fobia» a Menorca: «Había gente que cuando me veía por la calle me insultaba», se sinceró el autor de «Ácido», reconciliado ya con su Isla.

Fue entonces cuando hizo acto de presencia otra de las estrellas de la factoría infantil de La Voz, Índigo, que interpretó al piano una emotiva versión de «El sitio de mi recreo» de Antonio Vega.

Y por fin tocó hablar del libro. Lo hizo en primer lugar la editora del mismo, Berta Noy, quien definió la obra de Torito como «un ejercicio de sinceridad increíble y absoluta». La responsable de Ediciones B añadió que se nota que a Quique «la gente no solo le reconoce por la calle, sino que también le quiere».

El siguiente turno de palabra fue para Mercedes Milá. La periodista confesó que no acostumbra a presentar un libro sin haberlo leído, pero que con Torito hizo una excepción por «la confianza» que tiene en él: «Me lo pidió y dije sí inmediatamente». Eso sí, se atrevió a lanzar una pregunta al autor: «¿Por qué dices que eres ácido si eres la persona más dulce del mundo?».

El libro dio mucho que hablar anoche en el Salón Gótico durante un encuentro en el que Jiménez aprovechó para presentar a Ciutadella a su marido y al hijo de ambos.