Su pasión es tal que cuando descubrió un Renault 5 GT Turbo en Ciutadella con la pegatina de coche abandonado movió cielo y tierra hasta que logró dar con su dueño. Corría el año 2007 y consiguió comprar el mítico automóvil y tras una reparación básica lo desmontó pieza por pieza. Los cuatro años siguientes los pasó restaurando esa joya de la automoción, que cuenta con no pocos fans en toda Europa. «Mi idea era pintarlo de color verde cava, pero mi mujer me dijo que si lo hacía no montaría en él», recuerda entre risas. Al final, se decantó por su color original, el blanco, para este modelo que salió de fábrica en 1988.
Lo curioso es que éste no es su primer R5, ya habían pasado por sus manos otros tres coches de ese modelo de los que disfrutó y posteriormente vendió. Dice Salas que sentarse frente al volante de ese automóvil ofrece «una sensación diferente de conducción, para mí es casi como llevar un kart». Cabe recordar que se trata de un vehículo que siempre se le ha tachado de peligroso. Se corrió la voz de que el turbo del coche saltaba al reducir en las curvas. «Todo el mundo sabe que se trata de una falsa leyenda», explica Salas.
Pero la pasión de este aficionado va más allá de un modelo, la marca también cuenta. Y ese sentido este coleccionista es una apasionado de la firma francesa Renault. «Soy muy fiel a la marca», confiesa para a renglón seguido reconocer que también guarda como oro en paño en su garaje un R12 de 1971 que era de su padre y el coche que éste todavía conduce, un R21 del 1988 que sigue «intacto».
Los coches son su mayor afición, a veces un poco cara, reconoce. «Con internet no suele ser difícil encontrar repuestos pero muchas veces cuestan más los portes que la pieza en sí», concluye.
4 comentarios
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"El coche de las viudas" fue el triste mote con el que llegó a ser conocido. La mayoría de quienes lo conducían no sabían como manejar el famoso turbo.
En Este modelo en concreto se mataron cientos de jovenes en los 80,era dificil de dominar cuando bajaban de marcha y se conectaba el turbo.
Enhorabuena y a disfrutarlo. menorca e sun buen sitio para tener clásicos y preclásicos. Además hay afición aunque a veces parace que vada uno va por su cuenta.
Yo he tenido dos R-5, un TL 3 puertas y un GTL cinco puertas y solo puedo hablar maravillas, cero averías y cientos de miles de kilómetros, es una pena que los coches de hoy en día no paren de tener visitas al taller a causa de tanta tecnología, a veces innecesaria.