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La puesta en funcionamiento de la planta desaladora de Ciutadella es una incógnita. Al menos para el Ayuntamiento, que pese a las reiteradas peticiones de información a la Dirección General de Recursos Hídricos y al Gobierno central aún no ha recibido respuesta oficial sobre la fecha en que la instalación empezará a funcionar. Así lo ha reconocido el concejal responsable de Servicios, Josep Mascaró, ante la pregunta formulada por el edil Germán Jover del Grupo Mixto.

La realidad es que se desconoce si este verano la planta podrá abastecer con agua desalada la urbanización de Cala en Bosc, tal como anunció el director general de Recursos Hídricos del Govern, Antoni Rodríguez. No obstante, la puesta en marcha de la desalinizadora depende de la fecha en que el Ministerio de Medio Ambiente haga entrega de la planta al Govern. A pesar del hermetismo que ha habido desde el inicio del proyecto, las obras se encuentran muy avanzadas. De momento, la única conexión segura actualmente de la desalinizadora es con Cala en Bosc, que a su vez es una de las que más necesita el agua desalada. El Govern había aproximado ya un precio para abastecer la urbanización: 1,25 euros por metro cúbico. Esta tarifa es la misma que se paga actualmente por el agua desalada en Eivissa. No obstante, desde Recursos Hídricos han advertido que este precio no podrá mantenerse porque no cubre los costes de producción del agua, y desde 2010 no se puede vender agua subvencionada, y con esta tarifa, el gobierno autonómico afirma perder dinero. Es decir, todo apunta que cuando entre en funcionamiento la planta de Ciutadella, el agua desalada será aún más cara que los 1,25 euros por metro cúbico que se podrían pagar este verano en Cala en Bosc, si se llega a abastecer este verano con agua desalada.

Mientras no se garantice este suministro, el concejal responsable, Josep Mascaró, afirma que la urbanización continuará abasteciéndose de los acuíferos. En este punto, el Grupo Mixto ha inquirido al concejal sobre si el Ayuntamiento podrá garantizar el caudal diario de 1.500 toneladas al día para satisfacer las necesidades de abastecimiento de la urbanización en temporada alta. Mascaró asegura que se mantendrá el caudal de los últimos años a través de un convenio con los hermanos Pons Salord, propietarios de los pozos de suministro.