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La exhumación de una fosa común en Candeleda (Ávila), que se inició hoy, ha motivado que se encontrasen restos de dos personas represaliadas por el franquismo, conociéndose que allí fueron enterradas siete hombres y que "la presencia de una suela de goma sobre el cráneo documentado podría señalar que los individuos permanecen amontonados, unos sobre otros, sin ningún tipo de miramiento ni consideración al enterrarlos".

ÁVILA, 16 (EUROPA PRESS)

La exhumación de una fosa común en Candeleda (Ávila), que se inició hoy, ha motivado que se encontrasen restos de dos personas represaliadas por el franquismo, conociéndose que allí fueron enterradas siete hombres y que "la presencia de una suela de goma sobre el cráneo documentado podría señalar que los individuos permanecen amontonados, unos sobre otros, sin ningún tipo de miramiento ni consideración al enterrarlos".

La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que destacó que es la primera fosa que se abre tras la suspensión del juez Baltasar Garzón, denunció el hecho ante la Guardia Civil para que "el juzgado correspondiente lleve a cabo las diligencias oportunas, al tratarse de un caso en que aparecen restos humanos con signos de violencia", dijo el vicepresidente, Santiago Macías.

La exhumación se ha llevado a cabo en el paraje conocido como Cuesta del Avión, cerca de la carretera AV-924, a mitad de camino entre Candeleda y Poyales del Hoyo.

Según el informe técnico elaborado, los restos se localizaron a 70 centímetros de profundidad, "bajo gran cantidad de mampuestos de granito de un diámetro medio de 20-30 por 40-45 centímetros, que sin duda fueron arrojados y amontonados sin orden sobre los cadáveres, una vez éstos estuvieron en la fosa, donde han permanecido a modo de lápida de la sepultura hasta la actualidad".

El lecho de piedras, de unos 20 centímetros de espesor y situado a 50 centímetros de profundidad, continúa bajo el perfil norte y este de la cata, por lo que con toda probabilidad cubre el total de la superficie de la fosa.

Los restos humanos localizados "se limitan" a un cráneo que se encuentra in situ, del que se desprendió parte de la bóveda craneana durante la excavación de la cata, siendo recuperada posteriormente, y sobre él había una suela de goma que podría pertenecer al calzado de alguno de los represaliados; a un cúbito y radio procedentes de la extremidad superior de un individuo al que también podría pertenecer el cráneo ya citado, ya que ambos restos se encuentran muy próximos, a unos 20 centímetros; y al fragmento de una bóveda craneana de un segundo individuo que se recuperó al abrir la cata, pero del que se desconoce su procedencia exacta.

"Valorando la orientación del cráneo y del cúbito y radio localizados in situ, parece que los individuos se encuentran inhumados con una orientación este-oeste, siguiendo la orientación del bancal", indica el informe, que señala como "la presencia de una suela de goma sobre el cráneo documentado podría señalar que los individuos permanecen amontonados, unos sobre otros, sin ningún tipo de miramiento ni consideración al enterrarlos".

Acerca de la identidad de las personas que se encuentran en la fosa, se conoce "con total seguridad", los nombres de tres de ellas, vecinos de Poyales del Hoyo y dos de ellos padre e hijo: Francisco Martín Vélez de 66 años, de profesión jornalero; Régulo Martín Plaza, de 36, barbero, hijo del anterior y Emilio García Hornillo, de edad desconocida hasta la actualidad, cuyo único hijo murió en 2007.