Resumen.- Ocho de cada diez barceloneses tumba la reforma de la Diagonal

Hereu cesa a su segundo por los errores en la consulta

BARCELONA, 16 (EUROPA PRESS)

La consulta de la reforma de la avenida Diagonal de Barcelona concluyó hoy con ocho de cada diez barceloneses en contra de transformar esta arteria viaria de la capital catalana, por donde el Gobierno municipal pretendía conectar el tranvía y aplicar una drástica reducción del coche.

La consulta preguntó a los barceloneses si querían cambiar la avenida manteniendo la sección actual (opción A), transformarla en rambla (B) o si apostaban por una opción que no sea ni A ni B (C), que recibió el respaldo mayoritario.

Así, el 79,84% --137.454 votos-- se decantó por la opción C, mientras que el 11,88% --20.447-- votó la A y el 8,28% --14.260-- apostó por la B. En total, participaron 172.161 barceloneses, el 12,17% del censo, que asciende a 1.414.783 personas.

Estaban llamados a participar todos los barceloneses --incluidos inmigrantes-- empadronados antes del 1 de enero, y que el 9 de mayo hubiesen cumplido los 16 años.

El alcalde, Jordi Hereu (PSC), leyó el resultado como "símbolo" del alejamiento de la administración municipal ante las preocupaciones ciudadanas, y anunció el cese del número 2 en el Consistorio, el también socialista Carles Martí.

Hereu calificó esta decisión como la "más difícil" tanto a nivel político como personal, pero aseveró que el resultado de la consulta es "inapelable".

Añadió que el apoyo mayoritario por la C implica que la transformación ahora "no se hará". Según él, han pagado "ser pioneros" con una consulta ciudadana electrónica para toda la ciudad.

El alcalde, que recordó que se había autodefinido como "el alcalde de la gente", anunció más "retoques" en el Gobierno municipal, y una reorientación de su estrategia.

El socio de Hereu y segundo teniente de alcalde de Acción Social y Ciudadanía, Ricard Gomà (ICV-EUiA), se mostró convencido de que la crisis económica ha sido una de las razones de mayor peso que ha llevado a votar la C, de forma que la consulta se cerró con "un mal resultado" que deben reflexionar.

"NOS HEMOS EQUIVOCADO"

El propio Martí, hasta ahora primer teniente de alcalde de Bienestar y Cohesión Territorial, dijo ser responsable político "último" de que la consulta se haya celebrado en plena crisis económica. "Nos hemos equivocado planteándola, y nos hemos equivocado explicándola y haciéndola una prioridad", remachó.

Hereu aceptó la renuncia de la gerente de e-administración, Pilar Conesa, tras una semana de votaciones marcada por los fallos informáticos al inicio, lo que también hará que el Ayuntamiento pida responsabilidades a las dos empresas responsables de la plataforma del voto electrónico, Indra y Scytl.

Además, se caracterizó por episodios como la repetición de la votación del alcalde; la presunta suplantación de identidad del líder municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, quien cuando fue a votar se encontró que alguien lo había hecho por él; y los problemas para votar de Xavier Trias (CiU) que no pudo hacerlo hasta el octavo intento.

Trias y Fernández Díaz pidieron la dimisión del alcalde, mientras que su homólogo de ERC, Jordi Portabella, consideró que hubo una reacción "rápida y proporcionada ante la situación" tras los ceses del primer teniente alcalde y de la responsable técnica de la consulta. Los tres ya habían pedido responsabilidades a media consulta.

Trias se preguntó si Hereu pretende "salvar su cuello" forzando la dimisión del número 2 en el Consistorio, por lo que le instó a dejar el cargo "por vergüenza torera".

Fernández Díaz vio el cese de Martí como "un cortafuegos político", y apeló a la responsabilidad del alcalde, al que instó a "dar la cara" y dimitir. Además, reclamará la celebración de un pleno extraordinario.

Por su parte, Portabella lamentó que la consulta se convirtiese en un 'via crucis' cuando debía ser una fiesta de la democracia, ya que tenía que ser "la primera consulta que se hacía tras el franquismo".

También reaccionó la plataforma 'Diagonal per a tothom', que apoya la reforma de la Diagonal con tranvía, y reclamó "consenso político" sobre el significado de la opción C, que plantea la necesidad de "un tercer proyecto".