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El delantero malí del Sevilla, Frederic Kanouté, se ha ganado por méritos propios ser considerado como 'hombre talismán', al ser el único futbolista que ha marcado en todas las finales ganadas por el equipo nervionense en los últimos años, un dato que podría alargar el miércoles ante el Atlético de Madrid, en la final de la Copa del Rey que tendrá lugar en el Nou Camp de Barcelona.

SEVILLA, 16 (EUROPA PRESS)

El delantero malí del Sevilla, Frederic Kanouté, se ha ganado por méritos propios ser considerado como 'hombre talismán', al ser el único futbolista que ha marcado en todas las finales ganadas por el equipo nervionense en los últimos años, un dato que podría alargar el miércoles ante el Atlético de Madrid, en la final de la Copa del Rey que tendrá lugar en el Nou Camp de Barcelona.

El carácter determinante del africano comenzó con la primera Copa de la UEFA que ganó el Sevilla, en el año 2006. Entonces, el punta anotó del último tanto al Middlesbrough inglés, que supuso el 4-0 definitivo, pese a que arrancó el choque desde el banquillo para sustituir en el campo, con posterioridad, en el minuto 46, al ariete argentino Saviola.

Meses después, el que cayó derrotado a manos de los sevillistas fue el Barcelona (3-0), en la final de la Supercopa de Europa, en la cual Kanouté anotó el segundo tanto, tras un córner, cuando estaba a punto de expirar la primera mitad. El siguiente título obtenido por los hispalenses fue su segunda Copa de la UEFA, esta vez ante el Espanyol, al que el malí endosó un tanto en la prórroga.

Apenas unos meses después, el Sevilla cerró la mejor temporada de su historia con la victoria (1-0) en la final de la Copa del Rey ante el Getafe, en la que el único gol fue el materializado por Kanouté, que no perdonó en un mano a mano con el portero rival.

El último trofeo que levantaron los andaluces hasta ahora fue la Supercopa de España, tras vencer a un Real Madrid que encajó un incontestable 3-5 en el partido de vuelta, con actuación estelar de Kanouté, que marcó tres de esos goles.

Por su parte, la única final perdida en este periodo por el Sevilla fue la de la Supercopa de Europa contra el Milan, marcada por la muerte del jugador nervionense Antonio Puerta, y en la que cayeron por 3-1, sin que Kanouté tuviera protagonismo alguno ante el marco adversario.