Promueven un gran parque solar marino a 11 kilómetros de Maó como alternativa a los molinos

El proyecto, que se eleva esta primavera al Ministerio, constará de 16 islas fotovoltaicas con una potencia total de 240 megavatios

Un ejemplo de las plataformas solares PV-bos que se proyectan. | ENERGÍAS RENOVABLES WTF

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Instalar paneles solares flotantes en vez de aerogeneradores. Es el cambio de planteamiento que ha puesto sobre la mesa la promotora madrileña Energías Renovables WTF, que ya está preparando el llamado Documento Inicial de Proyecto para elevarlo esta misma primavera al Ministerio para la Transición Ecológica.

La idea es aprovechar uno de los dos espacios –el más alejado de la costa– de alta aptitud para la energía eólica que se han delimitado en aguas menorquinas para proponer un cambio de tecnología que reduzca drásticamente el impacto paisajístico, desarrollando un parque solar marino de 240 megavatios (MW) distribuidos en 16 islas fotovoltaicas de 15 MW y una extensión de 560 metros cuadrados cada una incluyendo el sistema de fondeo.

El espacio escogido inicialmente para este proyecto es la denominada LEBA 3, el polígono más pequeño, de unos 78 kilómetros cuadrados, de los dos dibujados por el Ministerio frente a la costa menorquina, los únicos habilitados de todo el entorno balear. Se trata del más alejado de tierra, a unos 10,7 kilómetros de distancia de La Mola, el punto más oriental de la Isla.

La promotora, que trabaja en colaboración con la ingeniera de renovables marinas Bluenewables, ha dibujado la instalación (véase el gráfico siguiente) en la zona más estrecha del área de alta aptitud, la que presenta una menor profundidad, lo que facilita las labores de anclaje al lecho marino y el tendido de conexión a tierra.

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La propuesta que se va a elevar al Ministerio pende de una serie de condicionantes. En primer lugar, cabe tener en cuenta que estos espacios marítimos se han delimitado pensando en la eólica marina. No obstante, el Real Decreto regulador de la producción de energía renovable en el mar incluye dentro de su ámbito de aplicación tanto las instalaciones eólicas  como «otras instalaciones renovables marinas».

La futura concreción queda pendiente de definir mediante órdenes ministeriales, pero la promotora confía en que el Gobierno tenga en cuenta el menor impacto visual que supone el cambio de tecnología para un territorio como Menorca.

Cómo evacuar la energía a tierra

Otro aspecto a tener en cuenta es el mismo que condicionaba la futura implantación de parques eólicos, las necesidades de evacuación de la energía. No solo es necesario que se ponga en marcha el segundo enlace submarino para permitir la exportación de una potencia de 240 MW, unos 100 más que las puntas de demanda actuales de la Isla, sino que además estos proyectos requieren para ser viables que se les dé prioridad en la evacuación de energía frente a otras tecnologías como la fotovoltaica terrestre, cuyos promotores también están pendientes de que se concreten los planes para tender un segundo enlace con Mallorca para tener garantías de evacuación que minimicen la pérdida de producción y en consecuencia de negocio. Se está gestando aquí un conflicto de intereses que requerirá una mediación regulatoria del Gobierno.

Según los cálculos realizados por la promotora Energías Renovables WTF y la ingeniería de tecnología off-shore Bluenewables, la instalación de un parque de energía fotovoltaica flotante de 240 MW podría llegar a generar 336 gigavatios hora (GWh) anuales, lo que equivale al consumo medio de 96.000 hogares. Estos niveles de producción evitarían la emisión a la atmósfera de 117.600 toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar de la circulación aproximadamente 50.000 coches.

Para hacerse una idea de lo que suponen los 240 megavatios de potencia que se plantean en el proyecto, bautizado como Tramuntana Solar Menorca y ya presentado ante el Consell insular, hay que tener en cuenta que el mayor parque solar que se está construyendo en Balears, el Menorca Renovables II, en Maó, tiene una potencia de 60 megavatios. El futuro parque marino cuadruplicaría esa potencia.

El apunte

De China al puerto de Valencia, un tipo de tecnología incipiente que empieza a despegar

Los parques solares marinos son todavía una rareza dentro del sector renovable pero ya hay algunos proyectos que han empezado a caminar. China, que en los últimos años está tomando la delantera de innovación tecnológica en el campo de las energías verdes, encendió el pasado mes de noviembre el parque solar marino más extenso del planeta. Situado a ocho kilómetros de la costa de la ciudad de Dongying, a poco más de 400 kilómetros de Pekín, ocupa una extensión más de una hectárea de paneles fotovoltaicos listos para abastecer de electricidad a 2,6 millones de hogares.

En España, Bluenewables, la misma empresa de ingeniería que colabora con el promotor que proyecta un parque solar marino en Menorca, impulso un pequeño proyecto en el puerto de Valencia que servirá de banco de pruebas para futuras instalaciones de mayor envergadura. En colaboración con el astillero vigués San Enrique, el plan prevé una instalación de un megavatio de potencia.

Las claves
  1. Una alternativa a los molinos con menos impacto

    El proyecto se plantea como una alternativa para vencer las reticencia que los molinos flotantes generan entre una parte de la sociedad por su impacto en el paisaje de la Isla. La promotora busca el encaje de un desarrollo de esta magnitud en Menorca. Ya planteó alejar casi 6 kilómetros la ubicación inicial de los aerogeneradores.

  2. Se presenta esta primavera ante el Ministerio


    La empresa promotora, Energías Renovables WTF, tiene previsto presentar el llamado Documento Inicial de Proyecto, una declaración de intenciones, ante el Ministerio para la Transición Ecológica esta misma primavera. Lo ha expuesto ante los responsables del Consell insular esta semana.

  3. Condicionado por los cables para exportar

    El proyecto plantea inicialmente una potencia de 240 MW, que sobrepasa con mucho la demanda insular. Por ello requiere de la construcción de un segundo enlace submarino y reclama su uso prioritario frente a otras instalaciones para exportar la energía.