El Govern espera que la depuradora de Binidalí, inaugurada en 2007, entre en marcha el año que viene

Autoriza 2,25 millones de euros para construir el esperado emisario submarino

La instalación se inauguró hace 18 años, en febrero de 2007, y todavía no ha entrada en funcionamiento.

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El Consell de Govern autorizó este viernes a la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua un gasto de casi 2,3 millones de euros para el proyecto de construcción del emisario submarino de la depuradora de Binidalí, una infraestructura cuya construcción finalizó en 2007, pero que, después de casi dos décadas, aún no ha entrado en funcionamiento. Una vez esté construida la conducción que verterá el agua tratada al mar, la planta podrá finalmente ponerse en marcha, algo que el Govern espera que ocurra a principios de 2026.

El permiso del Govern se suma a la licencia para el inicio de las obras que la junta de gobierno del Ayuntamiento de Maó aprobará el próximo lunes, lo que dará vía libre a la licitación de los trabajos, que previsiblemente se iniciarán al finalizar la temporada turística. La financiación se distribuirá en dos anualidades: 2.243.074,36 euros en 2025 y 10.845,51 euros en 2026.

De esta manera, comienza a verse la luz al final del túnel administrativo que ha paralizado una infraestructura clave para la costa sur de Maó y Sant Lluís. «Es un paso fundamental para asegurar el correcto tratamiento de las aguas de toda la zona», destacó el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, Juan Manuel Lafuente. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Maó se mostraron satisfechos por el avance del proyecto. «El Govern nos pidió la licencia hace un año aproximadamente, y durante este tiempo hemos tenido que resolver algunas deficiencias del proyecto, pero lo hemos tramitado como prioritario», señaló el alcalde Héctor Pons.

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Costa de Maó y Sant Lluís

Cuando entre en funcionamiento, la depuradora de Binidalí dará servicio a las urbanizaciones de Binidalí, Binissafúller, Cap d’en Font y Binissafúller Platja, que actualmente no están conectadas a ningún sistema de depuración. La planta tendrá una capacidad de tratamiento de 1.750 metros cúbicos diarios para 10.208 habitantes. También se prevé que trate las aguas residuales de la urbanización de Canutells, aunque en este caso primero se tendrán que llevar a cabo las obras de conexión de la red de saneamiento, que se empezará a construir próximamente. «Hemos priorizado la ejecución de las obras de Canutells para intentar cerrar el círculo del ciclo del agua en la zona sur del municipio, que incluye los núcleos de Binidalí y Canutells», señalan desde el Ayuntamiento, a la vez que remarcan la importancia de la coordinación entre administraciones para mejorar la gestión del acuífero.

El emisario conectará con el tramo ya existente desde la depuradora e incluirá 404 metros de tubería mediante perforación horizontal dirigida y un tramo submarino de 260 metros. Este sistema de construcción fue clave para superar la preocupación inicial de los vecinos de la zona y de las organizaciones ecologistas, que se oponían al trazado original del emisario por sus posibles afectaciones marítimas y terrestres. El proyecto también contempla inspecciones del fondo marino, una batimetría detallada y una prospección arqueológica.

Actualmente, el mantenimiento de la depuradora de Binidalí, que se encuentra inactiva desde su inauguración en 2007, se incluye en el contrato que engloba varias estaciones de tratamiento de aguas residuales de la Isla, y que ha sido adjudicado por 9,6 millones de euros para cuatro años.

El apunte

El objetivo final de la Conselleria es el uso agrícola del agua

Desde la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua consideran que la construcción del emisario de la depuradora de Binidalí es fundamental para que esta infraestructura pueda entrar en funcionamiento, pero remarcan que el objetivo que se marcan es la reutilización del agua. «Tener un emisario en una depuradora es una infraestructura imprescindible para que pueda entrar en funcionamiento, pero no quiere decir que renunciemos a la reutilización del agua, que para nosotros es el objetivo final», señala el conseller Juan Manuel Lafuente.

Riego del campo

En este sentido, Lafuente asegura que están trabajando para dar un uso agrícola al agua de la depuradora, ya sea a través de la balsa de riego de Sant Lluís o de la creación de una nueva comunidad de regantes. Cuando el agua se pueda reutilizar, el emisario servirá como alternativa en periodos de lluvias intensas.