Los comedores de las ‘escoletes’ de Menorca se llenan sin una norma que regule sus ratios

Añade que la situación en el servicio de comedor afecta de forma similar a todos los centros de Infantil de la Isla, al margen de si su gestión es pública o privada, y que preocupa al colectivo de maestras y técnicas de educación infantil. Lo que exigen es que se elabore una normativa que regule el servicio de comedor, «existe un vacío legal siempre nos hemos regido por el decreto de mínimos pero ya está obsoleto», critica, «no podemos esperar más tiempo».

Incluso han redactado un borrador, en el que han colaborado la Plataforma y el grupo Menorca 0-3 (este último aglutina a las directoras de centros) así como la Asociación de Directoras de Escuelas Infantiles Públicas de las llles Balears (Adeipib), que ha sido entregado a la Conselleria de Educación para su estudio.

'Boom' de matrículas

Los ayuntamientos también notan en las escoletes que gestionan este boom de matrículas que deriva en un mayor uso de los comedores. «No sé si responde exclusivamente a una necesidad o es que estamos viviendo un cambio de sistema pero es cierto, hay muchos bebés en las aulas, la demanda ha aumentado», explica Carla Gener, teniente de alcaldía de Educación en el Ayuntamiento de Ciutadella.

En dicho municipio cuentan con siete escuelas infantiles pero son cinco las que están vinculadas al Consistorio, dos con personal propio (Roser Gener y Es Mussol) y tres gestionadas por las cooperativas (Joguina, Es Poriol y Sa Galera). Este año el gobierno municipal prevé sacar a licitación la gestión de estas tres últimas escoletes porque la concesión ya está caducada y prorrogada, «se prepara una nueva licitación», apunta Gener.

Las cinco escuelas tienen servicio de comedor y en este momento, con un total de 448 niños y niñas, lo utilizan entre 170 y 185 alumnos, «es una cifra que va cambiando», señala la concejala, ya que hay pequeños que son usuarios fijos y otros a quienes les dan de comer en la escuela de manera puntual.

Esto sucede en todos los centros, sin que exista una normativa que determine la ratio de alumnos por persona de apoyo en los comedores de los centros de 0-3 años. Ciutadella cuenta además con el centro concertado Xipell y otro del Govern, Francesc de Borja Moll.

En Maó, donde las cinco escuelas infantiles municipales están gestionadas por la Fundació Pere Tarrés, también ha aumentado el número de niños que usan el servicio de comedor. De 327 alumnos y alumnas hay 149 que se quedan a comer, con el matiz de que esos usuarios se reparten entre cuatro centros que prestan el servicio (Fort de l’Eau, Es Passerells, Es Busquerets y Cap de Creus), ya que en Sant Climent no se da. En tres de esas cuatro escuelas los comedores del primer ciclo de escolarización infantil están llenos, con sus 40 plazas ocupadas, mientras que en la escuela Cap de Creus hay 29 niños apuntados. En Maó está además el centro Magdalena Humbert, del Govern.

La directora de la delegación de la Fundació Pere Tarrés en Balears, Maribel Trujillo, afirma que sus ratios de comedor se rigen por el contrato que suscribieron con el Ayuntamiento de Maó. «Con la profesional de apoyo no es suficiente», explica, «ayudan también la directora y la secretaria de cada centro». Trujillo ve positivo regular los ratios de los comedores para estas edades escolares en las que los niños tienen menos autonomía, además eso permitiría, añade, que la Administració prestara apoyo económico para este servicio.

Proyecto pedagógico

«Hace 15 años solo había comedor en las dos escuelas del Govern», Magdalena Humbert (Maó) y Francesc de Borja Moll (Ciutadella), recuerda el psicólogo Vicenç Arnaiz, «ahora casi todas tienen». Explica el especialista que el comedor, en esta primera infancia, es también aprendizaje y tiene gran importancia. «A estas edades todo lo que hacen en la escuela forma parte del proyecto pedagógico del centro», afirma. El psicólogo cree que «el problema grave de fondo es que las medidas de conciliación no han mejorado, hay pocas opciones de flexibilizar horarios para poder ir a recoger a los niños».