La presentación de nuevo fondo social de la Iglesia de Menorca, este lunes en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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El Obispado de Menorca impulsa un nuevo Fondo Social para una Vivienda Digna con una aportación inicial de 100.000 euros para ayudar a las familias con dificultades económicas a pagar el alquiler de sus casas, así como a rehabilitar y aumentar las plazas de acogida de las viviendas sociales de acompañamiento temporal que gestiona Càritas.

El obispo Gerard Vilallonga ha presentado este lunes una iniciativa solidaria en la que anima a participar a las comunidades parroquiales y religiosas, además de a las familias y empresas, para elevar la cantidad y poder ayudar a más gente.

La campaña da continuidad al fondo de solidaridad que ya llevó a cabo la Iglesia de Menorca en el año 2020 para ayudar a las familias que se habían quedado sin trabajo o que habían reducido sus ingresos por la covid.

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Balance del primer fondo

Aquella iniciativa contó también con una aportación inicial de 100.000 euros del Obispado y de otros 150.000 que fueron recaudados a través de donaciones particulares y de empresas.

Gracias a ello, se gestionaron 554 ayudas y casi 230.000 euros en donaciones a más de 390 familias menorquinas, beneficiando en conjunto a 632 residentes.

Càritas informa, a través de la fundación Foessa, que la vivienda preocupa y afecta diariamente al 18 por ciento de la población, hasta situarse como la tercera mayor preocupación de la sociedad.

Es, según la misma fundación, el factor determinante que desequilibra la ecuación entre ingresos y gastos en el seno de las familias.