Los veterinarios alertan del riesgo para la salud de los animales. | R.L.

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Los veterinarios de Menorca cerrarán las puertas de sus consultas este martes, de 11 a 12 horas, para protestar contra el Real Decreto 666/2023, que ordena la distribución, prescripción, dispensación y uso de los medicamentos veterinarios.

Desde la asociación de Empresaris Veterinaris de les Illes Balears (Emvetib), señalan que la normativa, que se aplica desde principios de año, regula la prescripción de antibióticos en los animales de compañía de manera «excesivamente restrictiva, siendo un obstáculo a la libre prestación de los servicios veterinarios». Los profesionales consideran que la norma limita la prescripción de antibióticos, así como de genéricos y medicamentos de uso humano.

La salud animal, en riesgo

Con la nueva norma, señalan desde el sector, «al facultativo veterinario se le prohíbe tratar a un paciente a partir de un diagnóstico y de las necesidades particulares de cada situación clínica, transformándolo en un robot que debe aplicar una prescripción impuesta por un real decreto». «Nos tenemos que basar exclusivamente en la ficha técnica de los medicamentos, y estas fichas están obsoletas», añade Antonio de Olives, vocal en Menorca de Emvetib. Además, desde enero los veterinarios no pueden vender medicamentos al por menor, por lo que los pacientes tienen que acudir a la farmacia.

Por todo ello,    los veterinarios consideran que estas restricciones «limitan su capacidad para ejercer su profesión en base a criterios clínicos y científicos», y ponen en peligro la salud pública y animal, así como el medio ambiente. «Todos los veterinarios estamos totalmente de acuerdo en que la prescripción de antibióticos tiene que ser totalmente controlada, pero nuestro criterio técnico se tiene que poder aplicar», señala De Olives.

Por estos motivos, piden que se elimine la incompatibilidad entre venta y prescripción, y se permita la libre dispensación de los medicamentos, como ocurre en la mayoría de países comunitarios. También solicitan la eliminación de la obligación de comunicar al Ministerio de Agricultura las prescripciones de antibióticos que realizan a animales de compañía, así como el retorno al tipo reducido del IVA para los servicios veterinarios.

El sector se opone a la implementación de una «burocracia excesiva»

Los veterinarios denuncian que la nueva norma introduce una «burocracia excesiva», al obligar a los profesionales a comunicar las prescripciones de antibióticos que realizan a animales de compañía al Ministerio de Agricultura a través del sistema Presvet, en un plazo de siete días y bajo la amenaza de sanciones. Esta obligación, señalan desde el sector, obstaculiza el trabajo diario de los profesionales, y no tiene en cuenta los medios reales de los centros veterinarios. «La burocracia que nos imponen es una exageración y además el sistema de notificaciones al Ministerio es un desastre», lamenta Antonio de Olives, vocal en Menorca de la asociación Empresaris Veterinaris de les Illes Balears.