Los colegios de Maó han recibido garrafas de agua el tiempo en el que las fuentes han estado cerradas. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Maó comunicó ayer a los colegios del municipios mediante un correo electrónico que a partir hoy irán recuperando el suministro de agua potable, dos meses y medio después de que se tuviera que interrumpir al detectarse un exceso de nitratos en algunas de ellas, a pesar de contar con sistemas de desnitrificación mediante ósmosis.

El alcalde Héctor Pons informó ayer que los últimos análisis han ofrecido resultados favorables en la totalidad de los centros educativos de Infantil y Primaria de Maó. A partir de hoy profesionales de la brigada acudirán a los colegios para llevar a cabo la reapertura de las fuentes.

El exceso de nitratos en el agua que se suministraba a los colegios de Maó se detectó al realizarse unas comprobaciones después de la puesta en marcha de fuentes de ósmosis que se habían dejado de emplear al entrar en funcionamiento la planta de desnitrificación de Malbúger. Cuando se conocieron, en septiembre, los problemas de funcionamiento de esta instalación se reactivaron los sistemas de depuración y, en los test realizados, se comprobó que varias no acababan de funcionar de forma correcta.

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Una vez se ordenó el cierre de las fuentes y se dejó de emplear agua corriente para cuestiones relacionadas con el consumo humano, el Ayuntamiento de Maó empezó a proveer a los centros de agua embotellada suficiente para poder atender sus necesidades, además de clausurar las fuentes que están en los patios de los colegios.

Revisión de los dispositivos

Durante todo este periodo de tiempo, relata el alcalde Héctor Pons, se han revisado todos los dispositivos, se han sustituido algunos de sus componentes para favorecer su óptimo funcionamiento y se ha instalado un sistema de rayos ultravioleta que garantiza en todo momento que se está produciendo una desinfección efectiva del agua. En estos trabajos han participado tanto el personal de la brigada municipal como una empresa contratada específicamente para estos trabajos.

Desde el Consistorio informaron en noviembre que de las trece fuentes activas, cuatro habían dado niveles de nitratos excesivos, aunque con cifras que no superaban de forma excesiva esta cantidad. Tres funcionaban bien y otras seis presentaban ligeramente alterados otros parámetros. Una fuente que no se utilizaba se ha acondicionado también y se pondrá en marcha de inmediato. En total, catorce que se recuperan.

Sanidad determinará qué tipo de control se debe realizar ahora en estas instalaciones

Los resultados de los últimos análisis se han enviado a Sanidad, que será quien determinará qué tipo de control se debe realizar a partir de ahora en estas instalaciones. Las fuentes con sistema de ósmosis de los colegios de Maó se instalaron en el año 2016, con el objetivo de reabrirlas después de que se tuvieran que cerrar precisamente por detectarse una excesiva presencia de nitratos. Desde entonces no se habían realizado análisis para comprobar el nivel de nitratos que arrojaban hasta que se produjo el cierre obligado de la planta de Malbúger después de que Hidrobal detectara problemas en su funcionamiento. Se reactivaron los sistemas de ósmosis y entonces fue cuando se comprobaron los parámetros de potabilidad. Desde su instalación se llevaba a cabo un mantenimiento anual, pero sin un test periódico.