A las tradiciones de la Navidad, la bienvenida al Año Nuevo y la noche mágica de los Reyes Magos se une la campaña de rebajas habitual por estas fechas, especialmente promovida por las tiendas de ropa y textil.
Como no podía ser de otra forma, el comercio local se sube a la ola dominada por las grandes franquicias, las cuales continúan implantando una variedad de ofertas de lo más agresivas. Sin embargo, esta nueva ventana de descuentos se desmarca en cierto modo de los drásticos descuentos que abundan en el «Black Friday» a finales de noviembre y cumple con el propósito por el cual se inventaron las rebajas: sacarse de encima el stock sobrante para liberar espacio al de la nueva temporada.
«Hay que hacer hueco porque sino vas acumulando y acumulando. Cada año es más difícil, porque el invierno es durillo, pero seguimos luchando como todos. Hacemos estas rebajas para seguir la tradición del comercio, sobre todo a nivel textil. Son unas rebajas muy diferentes a las de verano o incluso las de invierno por parte de las grandes cadenas, que hasta ponen las rebajas antes de que lleguen los Reyes Magos», comenta Roberto Sastre, propietario de Buragun, tienda especializada en ropa juvenil de carácter urbano radicada en el corazón de Maó.
La liberalización del periodo de rebajas en el año 2013 ha propiciado desde entonces un nuevo abanico de posibilidades para el comercio a la hora de elegir los periodos de rebajas. Obviamente, esta práctica ha acabado favoreciendo a los gigantes, magnificando una vorágine de descuentos. Pese a ello, el comercio local se mantiene fiel a su clientela y a su propia forma de hacer las cosas.
«Tenemos una política muy estricta. Tan solo empezamos las rebajas justo el día después de Reyes y así hasta marzo. Durante el verano hacemos algún descuento puntual. Es la línea que nos hemos marcado como comercio pequeño para sobrevivir. Está claro que nos tenemos que adaptar a los precios de Internet o al periodo de las marcas internacionales con las cuales trabajamos, pero tenemos las cosas muy claras», explica Sastre sobre la manera en la que trabaja una tienda que incluso comercializa una marca de ropa propia con grandes adeptos.
La personalidad también caracteriza a otra tienda de ropa de Ciutadella que prefiere mantenerse en el anonimato. En su caso, no iniciarán el periodo de rebajas hasta el próximo lunes 13, dejando una semana de margen para que sus clientes hagan los cambios pertinentes «con más tranquilidad». «Priorizamos a los clientes que han hecho sus compras antes de Reyes antes que las rebajas en sí», afirma el comerciante de Ponent.
«Para las devoluciones, hay franquicias que retornan el dinero de artículos comprados por Navidad y, por tanto, los clientes pueden volver a comprar ahora el mismo producto en rebajas a un precio inferior. Los negocios son negocios. Al final trabajamos para ganar dinero», recuerda. «Este tipo de métodos se convierten en una degradación total del comercio», sentencia.
"Cada vez es más difícil" ganar lo que se ganaba hasta que llegase internet, ¿no? Yo lo siento, pero precios más caros y trabas para cambios o devoluciones (vale con el importe????) hacen que me limite a comprar lo estrictamente necesario
4 comentarios
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Idó , compraremos por internet
A sufrir las consecuencias del "no al turismo" suma y sigue. Islote tercermundista.
Gracias al globalismo, en vez de apoyar a los emprendedores pequeños solo se apoya a las multinacionales.
"Cada vez es más difícil" ganar lo que se ganaba hasta que llegase internet, ¿no? Yo lo siento, pero precios más caros y trabas para cambios o devoluciones (vale con el importe????) hacen que me limite a comprar lo estrictamente necesario