Imagen de la riada que el 15 de agosto desbordó el torrente a su paso por Es Mercadal.

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El año 2024 será recordado como el año de la DANA, pero también por ser el más cálido en todo el territorio nacional desde que hay registros. El balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) determina que 2024 ha sido un año cálido en Menorca, con una anomalía térmica de 0,8 grados centígrados superior a la media. Precisamente, la Isla ha registrado excesos de calor significativos a lo largo del año.

Por poner un ejemplo, noviembre registró una temperatura media de 17,1 grados y una anomalía de 2,2 grados por encima de lo usual. También una estación de Menorca, la de La Mola, registró una noche tropical durante el mismo mes, un fenómeno insólito para esta época del año. De hecho, lo habitual es que no se produzca ninguna durante noviembre. Febrero también fue un mes inusualmente cálido, con una anomalía de 1,6 grados.

La DANA causó estragos en Es Mercadal. | Katerina Pu

«2024 ha ido en consonancia con lo que ha ocurrido en los últimos años, al haber sido seco y cálido», resume Xavi Pons Cladera, gran conocedor de la meteorología que explica que estas características se dan en un contexto de cambio climático, donde los episodios de calor extremo son cada vez más frecuentes y prolongados. «El Mediterráneo es un 'punto caliente' del cambio climático y sus efectos se están haciendo notar a un ritmo quizás más acelerado que en el resto del mundo», añade.

Polvo en suspensión

Se han sucedido este año también jornadas de brumas y nieblas, además de más polvo en suspensión procedente del norte de África. Menorca ha amanecido varios días, especialmente durante el primer semestre del año, cubierta de estas partículas no solo por lluvias, sino también por deposición seca. La consecuencia de esto ha sido que la Isla ha quedado varios días 'rebozada' por esta fina capa de barro y se ha visto afectada por la mala calidad del aire y la poca visibilidad. Una situación que, por contra, puede beneficiar a la agricultura al servir como fertilizante para el campo.

El campo, no obstante, ha sido gran perjudicado por la falta de lluvias y la sequía que ya está empezando a pasar factura a los bosques. La escasez de precipitaciones se ha vuelto a hacer patente este año y, como muestra de ello, los resultados recogidos en noviembre: a pesar de que suele ser uno de los meses más lluviosos, ha sido el más seco en la Isla al registrarse 43,3 litros por metro cuadrado. Se trata de una cifra inferior a la mitad de lo que es habitual en noviembre en Menorca.

La DANA que batió récords

Mención aparte los datos de lluvia en agosto, cuando la DANA que asoló la Isla hizo saltar por los aires hasta cinco récords meteorológicos en Menorca. Ese mes, el que más precipitaciones registró del año, llovió cinco veces más de lo normal, indican desde la AEMET, que recuerda que los 204,4 litros por metro cuadrado que cayeron en el entorno de la montaña de El Toro durante 24 horas es la cifra más alta desde que hay datos.

Respecto al viento, también se ha hecho notar un año más en la Isla. No en vano Menorca es conocida como la «Isla del viento»: el último temporal, el que hizo apenas hace unos días, dejó rachas de 105 kilómetros por hora en Menorca y olas de casi 12 metros que dejaron incomunicada la Isla en plena Navidad, al cerrarse los puertos de Maó y Ciutadella.

Un tiempo más 'radical'

«Se están radicalizando, de cada vez más, los fenómenos meteorológicos. Ha habido un cambio de patrón y se nota, por ejemplo, en el aumento de la temperatura y en las alteraciones en las estaciones», afirma Xavi Pons Cladera, que también relata cómo «las precipitaciones son deficitarias a lo largo del año, pero cuando caen lo hacen con intensidad».

Un fenómeno cada vez más habitual que se constata con los episodios vividos en los últimos años: la gran granizada que tuvo lugar en agosto de 2022 o la DANA de agosto del año que despedimos.